BERNALAZO

Se habla de inseguridad por doquier pero era imposible imaginar que esta tarde el centro de Bernal se transformaría en el centro de un tiroteo al mejor estilo del Far West.
Un grupo de delincuentes intentó asaltar el Banco Comafi, sobre la avenida Belgrano, a metros de Castro Barros, con una modalidad violenta y casi suicida.
Según comentó después el comisario Fernando Grasso los malvivientes rompieron el vidrio de la entidad bancaria con un maza de diez kilos, redujeron al personal y se apoderaron del dinero que en estos momentos se ponía en casquetes para los cajeros del fin de semana.
Al salir fueron avistados por personal policial que estaba en el lugar -pleno centro de Bernal- y se originó un intenso tiroteo que no tuvo miramientos para los que ocasionalmente estaban en el sitio.
No hay que olvidar que en esa cuadra hay una inmobiliaria, un supermercado, se está cerca de 9 de Julio, el kiosco de diarios, una farmacia, una remisería, la peluquería, unos metros más allá el Banco Galicia, negocios de almacén... Y con los coches que en Belgrano estacionan en doble fila.
Con esa escenografía los cacos decidieron hacer un asalto que les reportaría un importante botín. Para ello, según el comisario Grasso, utilizaron dos autos, uno de ellos huyó por Castro Barros y al llegar a 26 de Julio volcó. Un delincuente murió y otro quedó herido. Estos fueron detenidos, hubo otros cinco que se dieron a la fuga.
El comisario Grasso también comentó que los cacos se llevaron 1.200.000 pesos de los cuales fueron recuperados un millón que estaban en la camioneta volcada.
Es dable imaginar el estupor y la sorpresa de quienes estaban en el centro de Bernal o que llegaron poco después.
Los comentarios eran de los más variados. Algunos hablaban de asalto al Banco Provincia, otros decían que había un muerto y un herido. Otros miraban rastros de balas en un balcón, en una camioneta estacionada frente a una inmobiliaria, un vendedor de CD se jactaba de su buena fortuna, asegurando que una bala le rozó el pantalón y que a la hora de los tiros no sabía dónde meterse.
La zona fue vallada por la policía en distintos sectores, mientras la gente se arremolinaba para saber qué había pasado.
 Bernal, una ciudad tranquila por naturaleza, con su microclima, de pronto fue el foco de atención de los medios. ¿Cómo se enteró Crónica tan rápido? preguntaba una señora que no salía de su asombro. Otra llamaba a su esposo y le decía: Viejo, estoy bien, poné la tele que quisieron asaltar el Comafi.
Y se armaban también pequeños corrillos, se hablaba de la inseguridad, y no se podía entender cómo los delincuentes se habían animado a tanto en una hora pico, quebrando la habitual tranquilidad de Bernal.
Anoche se reunió la Comisión de Seguridad del Concejo Deliberante y siguió la reunión hoy porque hubo un cuarto intermedio ya que el Secretario, Oviedo, se reunió con responsables de la cuestión.
Desde la vicaría del Obispado se alertaba sobre el tema, y concretamente se repudiaban los linchamientos como método para combatir los delitos.
Evidentemente, Bernal puso sobre el tapete una cuestión que colma los medios por doquier. Ya no hay más sensación, hoy la cuestión está en las primeras planas, por más disgusto que le pueda provocar al gobierno o que se pretenda desde arriba suponer que es una campaña organizada.
La única verdad es la realidad, una realidad que sacudió a Bernal en sus fibras más íntimas.

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