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En la página del diario deportivo Olé, como en otros medios, se puede advertir la brutal batalla que libraron barras de Quilmes dentro de la tribuna popular.
Una de las imágenes más terribles es la agresión de varios a una persona de remera roja, que terminó ensangrentada, boca abajo, recibiendo patadas, golpes y todo tipo de agresión.
El episodio duró varios minutos y ahí no se vio actuación policial, que recién lo hizo mucho después, aunque también los agentes sufrieron las consecuencias de los violentos, entre ellos el comisario Jaule.
Lo que no se entiende es por qué hubo, si hubo, zona liberada, cómo entraron elementos contundentes los violentos y dónde estuvo el control de los 330 efectivos asignados al operativo.
¿Qué dirá el presidente de Quilmes, Aníbal Fernández, ante el papelón que mostró el club ante el asombro de los espectadores -la mayoría- que no participaba de los hechos, y ante los espectadores que no salían de su incredulidad?
Muchos quilmeños llamaron a sus familiares que estaban en el estadio, alertados por la imágenes y temiendo por la suerte de sus seres querido.
¿Cuán grande será la sanción para el Decano del fútbol argentino, que ya venía con antecedentes en ocasión del partido con River, que determinó que juegue con Central a puertas cerradas?

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