POR QUE QUILMES

El comentarista deportivo Rubén Durán se preguntaba esta mañana por FM Q por qué Quilmes recibió la sanción de dos fechas de partidos de local sin público y otros clubes no recibían similar sanción, como en el caso de River donde hubo un muerto en tribuna y sólo se clausuró esa tribuna para un partido.
Sin duda Quilmes no es Ríver y la sanción, que no puede discutirse porque aquel 17 de marzo no hubo un muerto en la tribuna casi por milagro, se mide según la vara con que toma al club sancionado.
Quilmes hizo el operativo policial correspondiente -se habló de 330 policías y un costo de 70 mil pesos- y sin embargo la policía fue ineficaz para evitar incidentes que muchos suponen se conocía de antemano que iban a ocurrir.
Desde el operativo fue un fracaso rotundo, pero a quién se le ocurrirá que el Aprevide sancione con dos fechas a los responsables del operativo por inacción u omisión, habiendo permitido que ingresen facas, elementos contundentes, etcétera.
Desde la responsabilidad de las autoridades del club se sumó el hecho de que los que dirimieron fuerzas son personajes ligados a dirigentes, aunque estos mismos directivos se encarguen de asegurar que en Quilmes no hay barras.
Esta ensalada se condimenta con las declaraciones del intendente de Quilmes, quien justifica el pedido de sanciones por la violencia en el estadio en el hecho de que ocurrió dentro del distrito, lo que mueve a pensar, como tiro por elevación, que está vigente la interna política de dos líneas de una misma fuerza política, el FPV, con la Vallese y la Jauretche.
Todas estas cosas, más todo lo que está pasando en Quilmes -hasta el hecho de que el periodismo indaga hoy si se va el técnico Ricardo Caruso Lombardi de no ganarle a Boca- conforman un combo ideal para que el Decano se transforme en el gran chivo expiatorio, porque en la opinión pública está casi instalado aquello de que el descenso es casi un hecho, por más que Caruso le haya dicho a Di Blasi que Quilmes se va a salvar porque él se enojó y que cuando eso pasa es "un hijo de puta" (sic).
En este contexto, habrá que reconocer que Quilmes hizo mucho para vivir este presente -tres técnicos en un corto lapso son muestra elocuente-, conformándose un plantel que con el tiempo fue deschavando falencias, desde la preparación hasta una pretemporada sui generis, cuestión que ese tercer técnico Caruso se ha encargado de traducir, por más eufemismos que quiera plantear.
En suma, esto y mucho más fundamentan por qué Quilmes recibe la guadaña y otros zafan. Incluso, pudo haber sido mayor la sanción si desde el Aprevide se pensaba en las consecuencias de lo que pasó y de lo que pudo haber pasado aquel fatídico 17M.
¿Cómo se sale de todo esto? Unidos y organizados sería la respuesta, con todas las partes juntas tirando para adelante, aunque esto no parece ser el presente ideal del Decano del fútbol argentino.

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