PERIODISMO

En su columna de defensor de los lectores, el periodista Julio Petrarca habla de la profesión en la actualidad y destaca a Ryszard Kapuscinki, autor de libros como El emperador y Los cínicos no sirven para este oficio.
Para Kapuscincki los cinco sentidos del periodista no coinciden con los de cualquier otro mortal: estar, ver, oír, compartir y pensar.
Dice Petrarca que vale la pena recordarlo en estos tiempos en que "parte de estos sentidos de los periodistas se van atrofiando a media que avanzan las nuevas tecnologías y los métodos de trabajo se modifican para mal.
A continuación habla de los sentidos que refiere el gran periodista polaco. Así "el estar del que habla, única manera de oír y ver lo que pasa en el lugar donde pasa y en el tiempo en el que pasa, está siendo degradado por la excesiva tarea de escritorio y la dependencia casi enfermiza de los recursos electrónicos (el celular, internet) y sus aplicaciones.
"Entonces -dice Petrarca- compartir dejó de ser un encuentro del periodista que allí esuvo y queire contar con el destinatario natural de sus vivencias: el lector, el oyente de radio, el televidente. ¿Qué coparte entonces quien está en este lado del mostrador?¿Comparte lo que ve, lo que oye, lo que huele, lo que palpa, lo que siente con todo ello?¿O sólo comparte lo que otros dicen que oyeron, vieron, lo que otros sintieron e interpretaron y le entregaron ya masticado y digerido?".
Petrarca recuerda que Kapuscinski decía que antes los periodistas eran un grupo muy reducido, se los valoraba. "Ahora, el mundo de los medios de comunicación cambió radicalmente. La revolución tecnológica ha creado un nuevo tipo de periodista".
Así, en los Estados Unidos los llaman media worker. Los periodistas al estilo clásico son una minoría. "La mayoría no sabe ni escribir, en sentido profesional, claro. Este tipo de periodistas no tiene problemas éticos ni profesionales, ya no se hace preguntas. Antes, ser periodista era una manera de vivir, una profsión para toda la vida, una razón para vivir, una identidad. Ahora, la mayoría de estos media workers cambia constantemente de trabajo. Durante un tiempo hacen de periodistas, luego trabajan en otro oficio, luego en una emisora de radio. No se identifican con su profesión".
Menciona Petrarca que en el diario Perfil del sábado se publicó una excelente columna de la analista Ana María -habitual columnista del blog de Tomás Abraham, Pan Rayado- sobre lo que está pasando en las radios AM con periodistas de larga experiencia y creciente renombre. "La conclusión es que no están haciendo periodismo, están haciendo otra cosa, más cercana al entretenimiento y la banalización de los hechos que al compromiso que el periodista debe tener con la noticia y con sus oyentes. Es una realidad asombrosa e inquietante, que por ahora no se ha trasladado a los medios gráficos de manera tan generalizada.
"Hay, sin embargo, algunos signos de alarma en los diarios, algunos de los cuales están cayendo en esa trampa que los lectores, cuando la descubren, castigan con lo peor que le puede pasar a un medio: dejan de comprarlo. Que esa trampa no atrape a Perfil".
Las expresiones de Petrarca muestran una realidad. Sin duda, el periodista corre estos riesgos. Es importante que los asuma y se defina por mantener la profesión con los signos que señalaba Kapuscinski: estar, ver, oír, compartir y pensar.

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