PAPA... DE TODOS


Hace un año el mundo se conmovía, y la Argentina en especial, con la elección del Papa, el cardenal Jorge Bergoglio, quien como jesuita eligió el nombre de Francisco para iniciar su gestión al frente de la Iglesia, y de 1200 millones de católicos.
El Papa Francisco provocó en el momento del anuncio la reacción histórica del periodista de TN y Canal 13, Julio Bazán, con la expresión de asombro y emoción de un argentino que participaba de la consagración de un par como Papa.
Pasó un año de aquel acontecimiento, y sin duda parece que el tiempo haya sido mucho más, porque Bergoglio, mejor dicho Francisco, fue produciendo hechos minuto a minuto, demostrando que podía aplicar desde el Vaticano la filosofía que ya había desplegado en la Argentina como arzobispo.
Todos los testimonios que se fueron escuchando y trasmitiendo de gente que conoce al flamante Papa fueron similares, destacando su ética, su don de gentes, su opción por los pobres, etcétera, en fin todas las virtudes capaces de producir una auténtica revolución en una Iglesia que venía algo pálida.
Hoy, en el recuerdo de ese aniversario -el Papa está realizando un retiro espiritual- se han escuchado miles de expresiones acerca de la personalidad de Bergoglio y sus gestos, como el hecho de rechazar la pompa y hacer misión desde la humildad.
Los quilmeños debemos recordar que cuando asumió el actual obispo, monseñor Carlos Tissera, monseñor Bergoglio presidió la ceremonia, el sábado 17 de diciembre de 2011, y nadie imaginaba en ese momento que la catedral estaba recibiendo a un futuro Papa.
El próximo lunes Francisco recibirá por segunda vez en audiencia especial a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y seguramente volverá a trasmitir su cuota de generosidad tan propia, máxime con un gobierno que en un principio no saludó con buena onda la buena nueva pero que rápidamente, con los reflejos a pleno, se dio cuenta del designio de Dios de posar la representación de su Iglesia en un argentina.
El Papa del fin del mundo en apenas un año cambió radicalmente las cosas en la Iglesia. Han crecido las vocaciones, la gente ha vuelto a las parroquias, hay una voluntad por la solidaridad, y el ejemplo no sólo alcanza a los católicos sino que dentro de un espíritu ecuménico, que el propio Pontífice alienta, se apuesta a la unidad interreligiosa, que tendrá consolidación en los próximos tiempos cuando el Papa visite Tierra Santa junto a los hermanos de otras religiones.
Francisco, el Papa argentino, hincha de San Lorenzo, amante del tango, gran cinéfilo, siembra cada día el mensaje de Cristo, que ama la paz y odia la guerra. Toda una galería de gestos, que lo han convertido rápidamente en personaje del año, tapa de revistas que en otros tiempos hacían imposible que eso ocurriera, incluso está propuesta junto a casi trescientos candidatos al premio Nobel de la Paz.
Argentina, un país que infla el pecho porque vio nacer al Papa. Enhorabuena!

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