LLUVIA, PARO, BRONCA

Un viernes de miércoles el que se vivió hoy en Capital y Gran Buenos Aires, con el combo de la lluvia -varios sectores del distrito de Quilmes se vieron totalmente anegados, como la avenida Zapiola, la rotonda de Pasco, 12 de Octubre, Lamadrid...-, con las dificultades para automovilistas y peatones. A eso se sumó el paro de colectivos en Capital y Gran Buenos Aires -en el caso de Capital, los micros que realizan sus viajes a la provincia- por el asesinato de un joven colectivo de la línea 56.
La resultante fue la bronca con que la gente tuvo que soportar el regreso a casa, agravado porque en Capital sólo funcionaba el subte, y desde Constitución y/o Retiro la propuesta era el tren, sobrecargado sin duda.
Lógicamente, al llegar a la estación de destino había que rebuscársela para encontrar el medio de volver a casa, con la posibilidad de decidirse por taxi o remís, con el lógico y elevado costo extra.
Así las cosas, el pueblo volvió a ser el principal damnificado por una medida de fuerza, justificada por la muerte del joven, pero que al final terminó perjudicando al usuario.
El ministro de Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, le pasó la pelota al gobernador Daniel Scioli, al señalar que la solución del conflicto pasaba por el primer mandatario provincial. En el medio, la lluvia, la bronca, y el fatigoso regreso a casa.

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