Gustavo Grabia debe ser el periodista que más sabe en materia de barras, violencia y el fútbol a contramano. Por eso su pluma merece ser tenida en cuenta, como el excelente artículo que publicó en Olé deportivo bajo el título de Una cerveza bien negra.
"Ante la inminente salida de prisión del líder oficial, la facción disidente de la barra de Quilmes fue por la tribuna. Acá la banca política y dirigencial de cada bando.
"El video del Ministerio de Seguridad no deja dudas: zona liberada. Diez minutos antes de las 19 se ve con toda claridad cómo los hermanos Mario y Osvaldo Becerra, de 22 y 25 años respectivamente, ingresan a la popular con un grupo de gente de Los Alamos. Pero también con barras de Berazategui y Defensa y Justicia (como los detenidos Rubén Romano y Gustavo Paniagua) sin que los cacheen y mostrando tickets oficiales.
Sí, alguien dio la orden para cederles el paso a la Indio Gómez. Una vez adentro el video otra vez no deja mentir. Van directo con las facas a buscar a Ricky, líder de la facción oficial para liquidarlo. La reacción de los violentos de El Monte en defensa de su líder (que terminó con dos puntazos, uno en un codo y otro en una oreja) obra el efecto contrario: los de Los Alamos abandonaron a su jefe a su suerte, quien se llevó la peor parte, sufriendo heridas, la más grave en su pulmón. También quedaron heridos tres hombres de su banda: Alan Cristaldo, Horacio Delbon y Alejandro Sosa.
Todo lo que se observa en la cinta deja por sentado que estaba todo planeado y ambos grupos sabían lo que iba a ocurrir. De hecho, uno de los barras conspicuos de la facción oficial avisó dos horas antes a la Departamentel Quilmes pero su advertencia fue desoída.
Hay poderosas razones para que esto terminara así: la complicidad política, policial y dirigencial que existe y pone en riesgo la vida de todos.
¿Por qué este lunes y no antes? Quince días atrás Ramiro Bustamante, el jefe de la facción El Monte quedó habilitado para salir de la cárcel. Se esperaba que la justicia le concediera por estos días el beneficio.
No lo hicieron solos. Ese grupo tiene contactos muy aceitados con la Bonaerense a partir de Dedo Becerra, el patriarca familiar, fuerza de choque de la UOCRA y hombre del PJ en los tiempos en que dominaba Aníbal Fernández y también con Sergio Villordo, hoy en el Frente Renovador, cuando fue intendente.
De hecho su gran crecimiento económico se dio en este último período.
Los Becerra hicieron en 2013 las pintadas para la campaña de Daniel Gurzi como intendente de Quilmes en las elecciones del año pasado.
Gurzi iba a estar por la lista Juntos por Quilmes que apadrinaba Anibal Fernández y la agrupación Kolina, de la ministro Alicía Kirchner.
En agosto de ese año estuvieron en el festejo de la reelección de la fórmula Fernández-Meiszner (Andrés) por otro período al frente del club.
Los Becerra ahora pintan para la campaña de Scioli 2015, según se ve en las paredes del municipio.
Los tickets para el match con All Boys se los habría acercado un importante dirigente del fútbol amateur.
El otro grupo también tiene banca política. Los de El Monte juegan para el oficialismo del Frente para la Victoria. Y su contacto es Jorge Kencho Trejo, funcionario del intendente Francisco Gutiérrez, quien fue al mundial de Sudáfrica junto a Hinchadas Unidas Argentinas, el engendro que pergeñó Marcelo Mallo, otro dirigente justicialista del municipio. Cuando ocurrió eso (Trejo) era director de Higiene Urbana, un puesto
con altísimo presupuesto. Pero no lo echaron: lo desplazaron a director de emergencias climáticas.
Coherencia: lo que está en emergencia es el fútbol por culpa de los violentos y sus padrinos".
Así concluye esta nota del periodista, que pone el alerta y expone con lujo de detalles la noche del pasado lunes, que fue la resultante de una historia de largada data.
Vale anhelar que las cosas se aclaren, que no se repita un despropósito similar, para lo cual los responsables deberán tomar las medidas del caso para terminar con una realidad que cada vez aleja más al hombre común de los estadios.
"Ante la inminente salida de prisión del líder oficial, la facción disidente de la barra de Quilmes fue por la tribuna. Acá la banca política y dirigencial de cada bando.
"El video del Ministerio de Seguridad no deja dudas: zona liberada. Diez minutos antes de las 19 se ve con toda claridad cómo los hermanos Mario y Osvaldo Becerra, de 22 y 25 años respectivamente, ingresan a la popular con un grupo de gente de Los Alamos. Pero también con barras de Berazategui y Defensa y Justicia (como los detenidos Rubén Romano y Gustavo Paniagua) sin que los cacheen y mostrando tickets oficiales.
Sí, alguien dio la orden para cederles el paso a la Indio Gómez. Una vez adentro el video otra vez no deja mentir. Van directo con las facas a buscar a Ricky, líder de la facción oficial para liquidarlo. La reacción de los violentos de El Monte en defensa de su líder (que terminó con dos puntazos, uno en un codo y otro en una oreja) obra el efecto contrario: los de Los Alamos abandonaron a su jefe a su suerte, quien se llevó la peor parte, sufriendo heridas, la más grave en su pulmón. También quedaron heridos tres hombres de su banda: Alan Cristaldo, Horacio Delbon y Alejandro Sosa.
Todo lo que se observa en la cinta deja por sentado que estaba todo planeado y ambos grupos sabían lo que iba a ocurrir. De hecho, uno de los barras conspicuos de la facción oficial avisó dos horas antes a la Departamentel Quilmes pero su advertencia fue desoída.
Hay poderosas razones para que esto terminara así: la complicidad política, policial y dirigencial que existe y pone en riesgo la vida de todos.
¿Por qué este lunes y no antes? Quince días atrás Ramiro Bustamante, el jefe de la facción El Monte quedó habilitado para salir de la cárcel. Se esperaba que la justicia le concediera por estos días el beneficio.
No lo hicieron solos. Ese grupo tiene contactos muy aceitados con la Bonaerense a partir de Dedo Becerra, el patriarca familiar, fuerza de choque de la UOCRA y hombre del PJ en los tiempos en que dominaba Aníbal Fernández y también con Sergio Villordo, hoy en el Frente Renovador, cuando fue intendente.
De hecho su gran crecimiento económico se dio en este último período.
Los Becerra hicieron en 2013 las pintadas para la campaña de Daniel Gurzi como intendente de Quilmes en las elecciones del año pasado.
Gurzi iba a estar por la lista Juntos por Quilmes que apadrinaba Anibal Fernández y la agrupación Kolina, de la ministro Alicía Kirchner.
En agosto de ese año estuvieron en el festejo de la reelección de la fórmula Fernández-Meiszner (Andrés) por otro período al frente del club.
Los Becerra ahora pintan para la campaña de Scioli 2015, según se ve en las paredes del municipio.
Los tickets para el match con All Boys se los habría acercado un importante dirigente del fútbol amateur.
El otro grupo también tiene banca política. Los de El Monte juegan para el oficialismo del Frente para la Victoria. Y su contacto es Jorge Kencho Trejo, funcionario del intendente Francisco Gutiérrez, quien fue al mundial de Sudáfrica junto a Hinchadas Unidas Argentinas, el engendro que pergeñó Marcelo Mallo, otro dirigente justicialista del municipio. Cuando ocurrió eso (Trejo) era director de Higiene Urbana, un puesto
con altísimo presupuesto. Pero no lo echaron: lo desplazaron a director de emergencias climáticas.
Coherencia: lo que está en emergencia es el fútbol por culpa de los violentos y sus padrinos".
Así concluye esta nota del periodista, que pone el alerta y expone con lujo de detalles la noche del pasado lunes, que fue la resultante de una historia de largada data.
Vale anhelar que las cosas se aclaren, que no se repita un despropósito similar, para lo cual los responsables deberán tomar las medidas del caso para terminar con una realidad que cada vez aleja más al hombre común de los estadios.
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