Alguna vez un escritor quilmeño se encargará de relatar la historia de la política quilmeña de los últimos treinta años, desde el retorno de la democracia, a fin de referir a la cantidad de dirigentes nacionales, provinciales y locales que surgieron del semillero de la ciudad para trascender los medios.
Quilmes tuvo un presidente de la Nación por un día -Eduardo Camaño- quien también fue intendente, diputado nacional, presidente de la Cámara Baja y hoy es funcionario del gobierno de Daniel Scioli, contó con diputados nacionales de diferentes extracciones como Raúl Reali, Lucrecia Monteagudo, Gustavo Cardesa, el propio Barba Gutiérrez, hoy intendente, que por primera vez logró la reelección en el distrito -el padre Luis Farinello, quilmeño, incursionó en política con el Polo Social y logró que tanto Monteagudo como Cardesa y el Barba llegaran a Diputados-, el autor de ley de creación de la Universidad Nacional de Quilmes, el radical Ricardo Jesús Cornaglia, otro UCR como Víctor De Martino, el senador provincial y titular del Cuerpo, Federico Scarabino, el senador nacional Aníbal Fernández, que ocupó distintos cargos en el gobierno de los Kirchner, incluso el de jefe de gabinete, el senador provincial Alberto De Fazio, quien comenzó como concejal en el distrito... y siguen los nombres, en fin, todo da para un libro en cuanto a la proyección quilmeña y su trascendencia en la democracia de las últimas tres décadas.
Ahora bien, tantos dirigentes juntos o separados, ¿han podido llevar al distrito a un lugar de preponderancia en la consideración del Conurbano al menos o fueron muchos los que llegaron y muy poco lo que el distrito muestra como paso adelante?
Quilmes tuvo un presidente de la Nación por un día -Eduardo Camaño- quien también fue intendente, diputado nacional, presidente de la Cámara Baja y hoy es funcionario del gobierno de Daniel Scioli, contó con diputados nacionales de diferentes extracciones como Raúl Reali, Lucrecia Monteagudo, Gustavo Cardesa, el propio Barba Gutiérrez, hoy intendente, que por primera vez logró la reelección en el distrito -el padre Luis Farinello, quilmeño, incursionó en política con el Polo Social y logró que tanto Monteagudo como Cardesa y el Barba llegaran a Diputados-, el autor de ley de creación de la Universidad Nacional de Quilmes, el radical Ricardo Jesús Cornaglia, otro UCR como Víctor De Martino, el senador provincial y titular del Cuerpo, Federico Scarabino, el senador nacional Aníbal Fernández, que ocupó distintos cargos en el gobierno de los Kirchner, incluso el de jefe de gabinete, el senador provincial Alberto De Fazio, quien comenzó como concejal en el distrito... y siguen los nombres, en fin, todo da para un libro en cuanto a la proyección quilmeña y su trascendencia en la democracia de las últimas tres décadas.
Ahora bien, tantos dirigentes juntos o separados, ¿han podido llevar al distrito a un lugar de preponderancia en la consideración del Conurbano al menos o fueron muchos los que llegaron y muy poco lo que el distrito muestra como paso adelante?
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