BRONCA DB


Adrián Di Blasi es un relator pasional, cuando de Quilmes se trata y anoche no pudo ocultarlo, mostrando su malestar con el técnico Ricardo Caruso Lombardi, sobre todo por la actitud del equipo y los cambios realizados.
Se molestó el relator con las palabras del técnico después del partido. Dijo Di Blasi que tenía muchas disidencias con el conductor, y preguntó por ejemplo por qué trajo a Gonzalo Ríos como delantero y terminó poniéndolo de volante.
Con la lesión de Hipperdinger, por qué no apostó a Ríos como delantero, dejando a Diz y haciendo entrar a Telechea, que lleva tiempo sin jugar.
Caruso también se mostró contrariado con lo que entiende "mala suerte" del equipo, porque no concretó sobre el final, con un tiro en el travesaño, un penal no cobrado de Marchesín a Telechea y una soberbia labor del arquero Granate en ese final, tapando dos pelotas de gol.
Desde la oreja del oyente, que lee entrelíneas, pareció entenderse que ya Caruso comienza a impacientarse porque este Quilmes no es el que imaginaba y porque en una de esas el técnico apueste, inconcientemente, a la posibilidad de Racing si a Mostaza le va mal el domingo con Belgrano.
Esto, que parece de ciencia ficción, no lo es tanto. Incluso un periodista de la otra radio seguidora del Cervecero  preguntó si se podía ir Caruso si el domingo le va mal con Boca. Otro le respondió que le parecía demasiado apresurado, aunque no dio una terminante negativa.
Siguiendo con este planteo del absurdo, con un escenario teatral, ¿cómo reaccionaría Aníbal Fernández si Caruso se le quiere ir después de una eventual derrota con Boca y/o con Newell`s?
Este terreno de absurdo transformaría al Cervecero en un tembladeral, echaría por tierra cualquier proyecto, por más efímero que sea, y aceleraría el drama del descenso deportivo, sumado al institucional que cada vez parece más evidente.
Todo esto, relacionado con Quilmes, se iría desplegando con un gran ausente, el hincha, el socio, el que paga la cuota pero no lo podrá ver en su estadio y que tendrá que resignarse a estar frente a la pantalla... todo un gráfico casi patético de lo que ha sido esta temporada, cultivada por Nelson Vivas (traído por Aníbal Fernández), rociada por Blas Giunta (llegó de la mano de JLM) y ahora rematada por RCL (lo pidió casi de rodillas el presidente senador).

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