AQUAFUTBOL

La TV Pública manda. En una situación normal, sin la pantalla, el partido no se jugaba porque el balón no picaba. Pero el árbitro Vigliano decidió hacerlo jugar porque los tiempos apremian, en el año del mundial, y está la TV. Así, bajo el barro y en el chapoteo, entre charcos y lagunas, Defensa y Huracán igualaron 1 a 1 en Parque Patricios. 
Los relatores se esmeraban por justificar el juego, cuando en verdad no había posibilidades de desarrollar un encuentro atildado. Como contrapartida salió en partido intenso y con mucha voluntad de los protagonistas, para deleite de los espectadores, porque en el estadio había muy poco público.
El paro de colectivos, por el asesinato de un joven chofer de la línea 56, determinó que quien no tuviera medio de trasporte no se acercara al Tomás A. Ducó, lo que seguramente se repetirá esta noche en Bánfield, porque el hincha que no tiene medio de traslado -léase auto- o que no viva cerca de Arenales y Peña se las vería en figurillas para ir y volver, salvo que viva cerca de alguna estación ferroviaria, digamos Lomas, Temperley o Escalada. De lo contrario cómo hace para ir y volver del Puente de la Noria, Barrio Nuevo, Villa Galicia, etcétera.

Comentarios