La historia se repite sistemáticamente, casi como un karma. Cada vez que Quilmes comienza mal un torneo, en este caso el Final, llueven las críticas, la preocupación, la bronca de los oyentes, que aparece con mayor énfasis en la radio menos oficialista -FM SUR- y con menor intensidad en la ligada con el oficialismo (FM Q).
De todas maneras, con mayor o menor potencia el hincha hace saber su preocupación, dejando en claro que el remanido tema del descenso ocupa y preocupa.
"Otra vez con la calculadora", "Jugando así nos vamos a la B", "Este equipo no le gana a nadie", "Que se vaya Giunta", "No se puede jugar de local con un solo delantero" son algunas de las expresiones que dejan los hinchas en el dial, lo cual es reiterado con más énfasis por el turco Yaman en FM Sur o con más suavidad por Adrián Di Blasi en la Q.
Es cierto que recién se jugó una fecha, que fue sin público local y que para bien o para mal el hincha no pudo acceder a la tribuna o a la platea. Desde ya, con una actuación como la de ayer seguramente desde el primer tiempo se hubiese escuchado ese murmullo y esa catarata de críticas tan repetidas en el mundo Quilmes.
Según cuentan los periodistas que cubren los entrenamientos, hoy fue día de Champu, con Giunta hablándole a los jugadores, pidiéndoles mayor compromiso y más ajuste al sistema.
"Queríamos jugar por abajo y terminamos a puro pelotazo, en el primer tiempo más que nada" lamentó el técnico, que sabe que en Mendoza tendrá el viernes una dura prueba de cara al futuro. Cuando la calculadora manda, el nerviosismo comienza a apoderarse de las partes, con resultados que nunca han sido positivos.
Se entiende que otra derrota en Mendoza -ahí Quilmes se verá obligado a hacer cambios, dos por suspensiones, como es el caso de Braña y Abecasis, el otro, Alegre, por lesión y los que decida el técnico por cuestiones tácticas o bajo nivel- complicará un panorama que comenzó mal, con una necesidad de revertirlo rápidamente, por lo menos en actitud, el gran déficit de ayer.
Habrá que ver qué pasa en Cuyo para saber cómo será el también importante partido de la tercera fecha, con Colón en el Centenario, en un 19 de febrero que puede ser un día "miércoles" en toda su dimensión.
De todas maneras, con mayor o menor potencia el hincha hace saber su preocupación, dejando en claro que el remanido tema del descenso ocupa y preocupa.
"Otra vez con la calculadora", "Jugando así nos vamos a la B", "Este equipo no le gana a nadie", "Que se vaya Giunta", "No se puede jugar de local con un solo delantero" son algunas de las expresiones que dejan los hinchas en el dial, lo cual es reiterado con más énfasis por el turco Yaman en FM Sur o con más suavidad por Adrián Di Blasi en la Q.
Es cierto que recién se jugó una fecha, que fue sin público local y que para bien o para mal el hincha no pudo acceder a la tribuna o a la platea. Desde ya, con una actuación como la de ayer seguramente desde el primer tiempo se hubiese escuchado ese murmullo y esa catarata de críticas tan repetidas en el mundo Quilmes.
Según cuentan los periodistas que cubren los entrenamientos, hoy fue día de Champu, con Giunta hablándole a los jugadores, pidiéndoles mayor compromiso y más ajuste al sistema.
"Queríamos jugar por abajo y terminamos a puro pelotazo, en el primer tiempo más que nada" lamentó el técnico, que sabe que en Mendoza tendrá el viernes una dura prueba de cara al futuro. Cuando la calculadora manda, el nerviosismo comienza a apoderarse de las partes, con resultados que nunca han sido positivos.
Se entiende que otra derrota en Mendoza -ahí Quilmes se verá obligado a hacer cambios, dos por suspensiones, como es el caso de Braña y Abecasis, el otro, Alegre, por lesión y los que decida el técnico por cuestiones tácticas o bajo nivel- complicará un panorama que comenzó mal, con una necesidad de revertirlo rápidamente, por lo menos en actitud, el gran déficit de ayer.
Habrá que ver qué pasa en Cuyo para saber cómo será el también importante partido de la tercera fecha, con Colón en el Centenario, en un 19 de febrero que puede ser un día "miércoles" en toda su dimensión.
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