QUILMES-COLON


Esta tarde en el Centenario, Quilmes recibe a Colón de Santa Fe, desde las 17. Será la tarde de los retornos, porque en Quilmes asume Ricardo Caruso Lombardi por el echado Blas Giunta. También vuelve a este estadio el árbitro Germán Delfino, tras el lamentable episodio del encuentro con River y aquella agresión desde la platea, que al Cervecero le costó una fecha de suspensión (jugó sin público ante Central).
En cuanto a la formación que anunció el técnico no hay demasiadas diferencias en cuanto al equipo que jugó en Mendoza con Giunta. Porque vuelve el Chapu Braña, que no jugó en la fecha anterior porque debió purgar un partido de suspensión, y el resto, salvo Diz, son los mismos que entraron en el Malvinas Argentinas.
La gran novedad es la presencia atrás de Olivera -un jugador que también vuelve luego de larga ausencia y que no estaba en los planes de Giunta, incluso estuvo a un paso, créase o no, de incorporarse a Colón y el rival quilmeño de hoy no lo pudo hacer entrar porque no podía incorporar futbolistas por sus problemas económicos- junto a Lema y Carli, y sobre todo la ubicación de Garnier, como lateral por izquierda.
Muchos se agarran la cabeza por esta propuesta del técnico, teniendo en cuenta lo que significará marcar a un jugador de Colón tan importante y tan veloz como Curuchet.
En el medio no hay novedades, jugando Díaz -Caruso como Giunta confían en la recuperación de este volante-, Braña, Romero y Caneo como enganche, y en el ataque, Telechea y Facundo Diz.
Según comentó Sebastián Kerle, por FM Q, Caruso decidió poner a Diz porque fue al que mejor vio de los delanteros. Y también refirió que el técnico está poniendo a los jugadores que mejor conoce y a los que supone que le van a responder en un partido tan fundamental.
Quilmes comienza una nueva etapa, con un viejo conocido y con todo lo que significa, incluso en la gente de Quilmes, con aquellos que lo aprueban, aunque sea por necesidad y los detractores, que recuerdan la forma en que se fue a San Lorenzo.
Desde las 17 se podrá apreciar la gran verdad, que la tienen los jugadores. ¿Podrá Caruso Lombardi reconciliarse con la gente y alcanzar un equipo que termine por convencer a los hinchas, que como nunca se han vuelto muy exigentes?

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