NAU-PEREYRA

Nicole Nau presentó su libro "Bailando tango con la vida" en la embajada de Alemania en Buenos Aires, la hermosa residencia del barrio de Palermo.
La obra, escrita en alemán -se espera pronto que la obra pueda ser conocida en castellano- cuenta con el sentimiento y la autobiografía de una artista que llegó a Buenos Aires a los 20 años y que atrapada por el país, la danza, el tango y el folklore se quedó definitivamente, ya que aquí también encontró al compañero de vida y del destino, el santiagueño Luis Pereyra.
Juntos armaron una pareja artística de alto vuelo, que despliega su talento por el país y por el mundo. Precisamente se han transformado en embajadores de lujo de la música argentina en Europa, y desde hace años cumplen extensas giras por Alemania y otros países del Viejo Mundo.
En la embajada alemana -la convocatoria estuvo a cargo del simpático embajador Bernhard Graf von Waldarsse, junto a su esposa- se presentó el libro y hubo un espectáculo artístico a cargo de la pareja, acompañados por el cantor Marcelo Tommasi, el guitarrista Tony Gallo y el bandoneonista quilmeño Quique Ponce.
Acompañó la tenida un ágape con asado y vino, por supuesto cerveza alemana, con una excelente atención a los asistentes que disfrutaron de la tenida.
Vale señalar que el embajador von Waldarsee ha tenido destinos en Grecia, Zambia, Ginebra, Washington, Brasil, Uruguay y está en Argentina desde setiembre de 2012.
Volviendo a Nicole Nau y Luis Pereyra ratificaron sus condiciones artísticas y su condición de puente entre dos países como Argentina y Alemania, algo que también destacó el propio embajador.
Precisamente para este año, según anticipos, el espectáculo que desarrollan volverá a poder verse en Alemania en los últimos meses de 2014.
Ultimamente estuvieron en el festival de Cosquín, y en la actualidad se presentan en el Viejo Almacén.
La historia de Nicole y Nau es digna de ser destacada, porque ella llegó a la Argentina realizando una pasantía y encontró en el arte y en el amor su destino, por lo que quedó prendada del país y sentó raíces. Sin olvidar su origen alemán -el libro es una prueba elocuente de esta afirmación- quedó atrapada por el tango y el folklore, y junto con Luis, que le aportó el sentimiento santiagueño que se abreva en las raíces de la provincia con lugares que son madre de ciudades, han conformado una propuesta artística que se convierte en un pasaporte para que la Argentina encuentre su esencia en cualquier parte del mundo.
Como ambos residen en Quilmes -Luis vive en la ciudad desde hace años y contagió a Nicole de este espíritu quilmeño por doquier- sería interesante que desde la cultura de la ciudad se tomara en cuenta este carácter de "embajadores", como para darles desde la Municipalidad, por ejemplo, el apoyo fundamental para que el distrito que nació en 1666, con las huellas de los indios Quilmes que huían del invasor español, tenga el orgullo de contar con representantes de semejante calidad artística.
Quienes asistimos a la embajada anoche pudimos disfrutar de un espectáculo inolvidable, como si se tratara de una película inefable.

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