LOS ANDES

El presidente de Los Andes, doctor Oscar Ferreyra, sufrió en carne propia la acción de los barras de su club, que le balearon el domicilio. Eso derivó en la renuncia del titular de la entidad lomense y de toda la comisión directiva en solidaridad.
El club quedó acéfalo y habrá que ver qué se viene en un club, donde los barras parecen gobernar (algo que no sorprende en el marco del fútbol argentino y a meses del mundial de Brasil).
Ferreyra lamentó el episodio y al igual que Javier Cantero, presidente de Independiente, sostuvo que es necesaria la solidaridad de los pares, porque "si la política no interviene en esto, perdemos la batalla".
Y la política, según explicaba el periodista Gustavo Grabia, está muy metida en el club Los Andes en materia de barras, con dos facciones lideradas por punteros políticos del distrito, como el propio intendente Casaratorre, el flamante diputado nacional y ex jefe comunal Martín Insaurralde, y Pablo Paladino, quien fuera presidente de Los Andes y hoy comanda el Fútbol para Todos, donde fue puesto por el senador y presidente de Quilmes, Aníbal Fernández.
No hay que olvidar que Lomas es un distrito muy politizado, donde el fútbol y la política se mezclan en distintos dirigentes, pudiéndose citar al vicegobernador Mariotto, ligado con el club Bánfield, al ex presidente de la Nación, gobernador, intendente de Lomas y otros cargos, Eduardo Duhalde.
Así las cosas, ante lo ocurrido con el presidente de Los Andes, fue consultado el titular de AFA, Julio Grondona, quien terminó acusando a los periodistas por el tema de los barras. "Ustedes son los culpables" afirmó quien gobierna AFA desde mediados de abril de 1979.
Grabia comentaba que en 1998, antes del mundial de Francia, Grondona decía que iba por ganar el campeonato contra los barras, y pasaron 16 años y todo sigue igual o peor, ahora condimentado por la proximidad del mundial.
Tampoco puede olvidarse que hace cuatro años, con el mundial de Sudáfrica, el grupo Hinchadas Unidas Argentinas, que comandaba el quilmeño Marcelo Mallo, logró que muchos barras pudieran viajar al país africano por el acontecimiento ecuménico. Desde aquel país mandaron de vuelta a 29 barras por incidentes.
Dice Grabia que Brasil tiene la ventaja de la distancia y de la posibilidad de que muchos argentinos concurran. Por eso hoy los barras pelean por conseguir entradas para gozar del viaje al país hermano, con todos los inconvenientes y problemas que estas luchas pueden acarrear.
No sólo hay violencia en Los Andes, también se comentó que renunció la directiva de Estudiantes de Buenos Aires, hubo quejas de directivos de Temperley por problemas con los barras y siguen las firmas.
Ya se juega el fútbol argentino sin visitantes y se repite, más seguido que antes, la eventualidad de partidos sin público, porque los locales cometieron incidentes, como le ocurrió a Quilmes, Velez, Boca, y ahora está el caso de River, aunque alguna especie dice que sólo se le clausurará una parte del estadio, porque el Millonario detectó al agresor del futbolista Grimi, de Godoy Cruz, y lo expulsó.
Habrá que ver qué sanción se toma al final, de todas maneras preocupa el clima de violencia que acompaña al fútbol argentino.
Los dirigentes tendrían que tomar alguna vez el toro por las astas, para terminar con la connivencia, donde se mezcla el fútbol, el poder, la política y muchas cosas más.

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