Después de perder con Colón en su casa y quedar en la zona roja del descenso, Quilmes comienza otra etapa en su peregrinaje por la primera división, que por el momento sólo tiene destino de Primera B Nacional.
Pese a que el presidente Aníbal Fernández había dicho antes del partido "podemos salir sin problemas" del fondo, la realidad, que es la única verdad la detalló el técnico tras la derrota.
Quizás haya sido el encuentro con el periodismo más sincero desde que Caruso Lombardi es técnico, porque dejó una serie de rasgos que vale la pena repetir.
En primer término, ante la incisiva pregunta del periodista de FM Q y Diario El Sol, Sebastián Kerle, reconoció que este paso por Quilmes es el desafío más difícil de su carrera.
Y posteriormente dio argumentos para validar su afirmación. Dijo que no se había enojado, lo cual era un síntoma de lo que trasmitía el equipo.
Sostuvo que al equipo lo vio desanimado, no quiso hablar de errores tácticos o individuales, aunque dejó entreverlo "porque ustedes, los periodistas, son inteligentes y saben cuáles son".
Agregó que la empresa de la permanencia va a ser difícil, y le hubiera gustado, reconoció, tener una semana para afrontar el próximo partido, que está a la vuelta de la esquina, el domingo próximo en "esa estancia" que es el Nuevo Gasómetro, y ante un San Lorenzo que se recuperó frente a Rácing y Argentinos Juniors.
En ese sentido no quiso decir qué equipo pondrá en la cancha, porque deberá observar el estado de los futbolistas, algunos lesionados, otros cansados.
Sobre el partido dijo que el equipo había empezado bien, pero esos dos goles de Colón en un corto lapso lo golpearon demasiado y por más que haya seguido buscando, sintió el efecto.
Manifestó una curiosidad que vale la pena señalar: debe haber sido el partido en el que Quilmes más tiempo tuvo la pelota, incluso generó más oportunidades o aproximaciones que otras veces, careciendo del gran déficit de todo este tipo, como es la falta de gol.
Algún trascendido hizo saber que el técnico preguntó si se podría traer un delantero "que la meta", porque le está faltando ese 9 de área goleador, ya que los intentos de Boghossian, Diz o quien sea sólo son eso.
Frente a este panorama el Infierno llamado descenso quema a Quilmes y a su entrenador, que sabe que debe responder a la confianza que puso en él Aníbal Fernández, sabiendo que la empresa suena a quimérica.
Para colmo ayer ganó Godoy Cruz en el Monumental, que comienza a levantar el promedio y lo mismo puede decirse de Colón.
Queda todavía el "consuelo" del mal momento de Argentinos Juniors y All Boys, pero se sabe que son tres los que descienden y si Quilmes no suma de a tres el sueño de la permanencia será rápidamente una pesadilla cuando todavía faltan 16 fechas, esto es, 48 puntos.
Por lo que dijo Caruso Lombardi el poco tiempo de trabajo será para buscar lo mejor dentro de lo posible para hacer un papel digno ante el último campeón, a pesar de que no hay que ser demasiado optimistas en base a su diagnóstico, porque algo de mejoría podría recién verse el 2 de marzo cuando Tigre llegue al Centenario y ya haya dispuesto de una semana íntegra de trabajo, sin compromisos en el medio.
Las cosas están difíciles en el Quilmes AC. El equipo ayer se fue aplaudido más que nada por la voluntad que puso, por cierto cuando el hincha hacía su reflexión se dejaba llevar por el pesimismo, sabiendo que Caruso podrá ser mago, motivador, podrá contar con un inflador anímico, pero le será muy difícil sacar agua de unas piedras que hacen mirar el futuro con suma preocupación. Palabra que Caruso Lombardi utilizó en su primera práctica, antes de jugar con Colón y que ahora repite cada vez que tiene un micrófono delante.
Por supuesto, él podrá jugar su prestigio, los jugadores tendrán que entender que es el momento de aunar esfuerzos y levantar el nivel (como muestra, un botón, ¿qué le pasa a Caneo que está tan lejos de su rendimiento habitual?). De lo contrario el infierno del descenso será el pasaporte a la principal categoría del Ascenso... una vez más en los últimos treinta años...
Pese a que el presidente Aníbal Fernández había dicho antes del partido "podemos salir sin problemas" del fondo, la realidad, que es la única verdad la detalló el técnico tras la derrota.
Quizás haya sido el encuentro con el periodismo más sincero desde que Caruso Lombardi es técnico, porque dejó una serie de rasgos que vale la pena repetir.
En primer término, ante la incisiva pregunta del periodista de FM Q y Diario El Sol, Sebastián Kerle, reconoció que este paso por Quilmes es el desafío más difícil de su carrera.
Y posteriormente dio argumentos para validar su afirmación. Dijo que no se había enojado, lo cual era un síntoma de lo que trasmitía el equipo.
Sostuvo que al equipo lo vio desanimado, no quiso hablar de errores tácticos o individuales, aunque dejó entreverlo "porque ustedes, los periodistas, son inteligentes y saben cuáles son".
Agregó que la empresa de la permanencia va a ser difícil, y le hubiera gustado, reconoció, tener una semana para afrontar el próximo partido, que está a la vuelta de la esquina, el domingo próximo en "esa estancia" que es el Nuevo Gasómetro, y ante un San Lorenzo que se recuperó frente a Rácing y Argentinos Juniors.
En ese sentido no quiso decir qué equipo pondrá en la cancha, porque deberá observar el estado de los futbolistas, algunos lesionados, otros cansados.
Sobre el partido dijo que el equipo había empezado bien, pero esos dos goles de Colón en un corto lapso lo golpearon demasiado y por más que haya seguido buscando, sintió el efecto.
Manifestó una curiosidad que vale la pena señalar: debe haber sido el partido en el que Quilmes más tiempo tuvo la pelota, incluso generó más oportunidades o aproximaciones que otras veces, careciendo del gran déficit de todo este tipo, como es la falta de gol.
Algún trascendido hizo saber que el técnico preguntó si se podría traer un delantero "que la meta", porque le está faltando ese 9 de área goleador, ya que los intentos de Boghossian, Diz o quien sea sólo son eso.
Frente a este panorama el Infierno llamado descenso quema a Quilmes y a su entrenador, que sabe que debe responder a la confianza que puso en él Aníbal Fernández, sabiendo que la empresa suena a quimérica.
Para colmo ayer ganó Godoy Cruz en el Monumental, que comienza a levantar el promedio y lo mismo puede decirse de Colón.
Queda todavía el "consuelo" del mal momento de Argentinos Juniors y All Boys, pero se sabe que son tres los que descienden y si Quilmes no suma de a tres el sueño de la permanencia será rápidamente una pesadilla cuando todavía faltan 16 fechas, esto es, 48 puntos.
Por lo que dijo Caruso Lombardi el poco tiempo de trabajo será para buscar lo mejor dentro de lo posible para hacer un papel digno ante el último campeón, a pesar de que no hay que ser demasiado optimistas en base a su diagnóstico, porque algo de mejoría podría recién verse el 2 de marzo cuando Tigre llegue al Centenario y ya haya dispuesto de una semana íntegra de trabajo, sin compromisos en el medio.
Las cosas están difíciles en el Quilmes AC. El equipo ayer se fue aplaudido más que nada por la voluntad que puso, por cierto cuando el hincha hacía su reflexión se dejaba llevar por el pesimismo, sabiendo que Caruso podrá ser mago, motivador, podrá contar con un inflador anímico, pero le será muy difícil sacar agua de unas piedras que hacen mirar el futuro con suma preocupación. Palabra que Caruso Lombardi utilizó en su primera práctica, antes de jugar con Colón y que ahora repite cada vez que tiene un micrófono delante.
Por supuesto, él podrá jugar su prestigio, los jugadores tendrán que entender que es el momento de aunar esfuerzos y levantar el nivel (como muestra, un botón, ¿qué le pasa a Caneo que está tan lejos de su rendimiento habitual?). De lo contrario el infierno del descenso será el pasaporte a la principal categoría del Ascenso... una vez más en los últimos treinta años...
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