CUARESMA

El obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, difundió su mensaje de Cuaresma. Parte de las palabras del papa Francisco "con Jesucristo siempre nace y renace la alegría", y comenta palabras del Sumo Pontífice en su exhortación apostólica "La alegría del Evangelio". En este documento el Papa invita a vivir una nueva etapa evangelizadora de la Iglesia marcada por la alegría.
El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de los placeres superficiales, de la conciencia aislada.
Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza de la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo para hacer el bien.
Los creyentes también corren ese riesgo cansador y permanente.
Hoy el Señor nos llama. Vayamos a encontrarnos con El. Salgamos a su encuentro en la Cuaresma, renovemos nuestra decisión de seguirlo porque a veces nos cansamos, nos apartamos, nos olvidamos de El.
El el momento de decirle a Jesucristo: Señor, me he dejado engañar de mil maneras, escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo.
Te necesito. Rescátame de nuevo Señor, acéptame una vez más entre tus brazos redentores.
Nos hace tan bien volver a El cuando nos hemos perdido. Dios no se cansa de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia.
La Cuaresma nos ayudará a clarificar nuestra mirada, centrar el corazón en lo que es esencial de nuestra fe.
Aprovechemos todo lo que la Iglesia, verdadera madre, nos proporciona en este tiempo para sanarnos, alimentarnos y fortificarnos espiritualmente: la palabra de Dios, las oraciones comunitaris, las obras de misericordia, los sacramentos.

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