CARUSO

Caruso Lombardi, el técnico de Quilmes, habló esta mañana con Adrián Di Blasi en el programa deportivo de FM Q, y trazó una radiografía más que preocupante del momento del Cervecero.
Se mostró sorprendido, ingratamente por cierto, por el estado en que encontró al plantel, con un déficit que comentó que aparece con una realidad que apabulla.
Prácticamente, adelantó que va a ser casi un milagro recuperar a este equipo para salvarlo del descenso, porque está muy por detrás del resto de los participantes del torneo Final.
Así las cosas habló de jugadores, lentos, cansados, desmotivados... hasta dio el ejemplo de los jóvenes, mencionando el caso de algunos que le decían que no podían hacer un pique porque después necesitaba cuatro minutos para recuperarse. "A ese jugador no lo puedo meter, porque contra San Lorenzo por ejemplo, si hace un pico y necesita cuatro minutos para recuperarse, terminamos perdiendo 7 a 0".
Entonces, explicó que va a ser todo lo posible para ir mejorando las cosas, con las salvedades señaladas.
Ahora vienen tres partidos en una semana "y Quilmes no está para jugar tres partidos en corto lapso". Así reconoció que estos tres encuentros pueden ser definitivos para saber si todavía hay alguna esperanza de salvación.
El Cervecero juega el domingo con Tigre, luego el jueves con Arsenal en Sarandí y en la siguiente, el lunes 10 de marzo recibe a All Boys.
Caruso mencionó ejemplos para justificar sus dichos. En el programa Fútbol Permitido, por la TV pública,
respondió con tremenda sinceridad cuando le preguntaron cómo está Quilmes. "Está hecho mierda. Me salió del alma, y es la verdad. Porque no puede ser que se me lesionen dos jugadores en el micro y tenga que hacer dos cambios. O que tenga que mandar a la reserva a fubolistas que no están bien".
No todas fueron pálidas en la descripción del técnico. "Pese a tantos problemas, hicimos un buen partido con San Lorenzo. Ellos pensaban que nos iban a golear y nos ganaron 1 a 0, y nosotros dentro de todo también tuvimos nuestras ocasiones como el mano a mano de Zacaría o el gol increíble que se perdió Carrasco".
Explicó que ahora que tiene una semana para trabajar espera ir metiendo cuestiones tácticas para ir enriqueciendo al equipo, siempre con la salvedad del deplorable estado en que encontró al plantel.
Evidentemente, queda latente la pregunta de qué se hizo en la pretemporada, cómo no hubo controles para que no se llegue a este estado.
Aníbal Fernández, el presidente, parece haber apostado a un Caruso milagrero y salvador, porque sabe que un descenso casi anunciado en este momento y decretado prácticamente varias fechas antes del final, será sin duda un manchón en su gestión. El presidente le pidió una mano a Caruso y por el momento parece ser un salvavidas, aunque habrán que ver si alcanza para evitar el naufragio, que de producirse será otro retroceso institucional en este Quilmes que en los últimos treinta años sube y baja sin solución de continuidad.

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