El técnico Blas Giunta quiso resistir la permanencia, incluso dirigió hoy la práctica del equipo Cervecero, pero recibió con sorpresa o no tanta la comunicación de los directivos de prescindir de sus servicios, porque los resultados no se dan y el fantasma del descenso acecha como nunca.
En las vísperas de un partido trascendental como el del miércoles con Colón de Santa Fe, se espera la rápida incorporación del nuevo cuerpo técnico. Y suena muy fuerte el regreso de Ricardo Caruso Lombardi (también se habló del vasco Arruabarrena y de Facundo Sava).
De producirse la vuelta de Caruso -hasta se publicó que el martes asumirá- se dará un hecho inédito, aunque no sorprendente en el mundo Quilmes y fútbol argentino.
Caruso, que en su momento se fue atraído por la oferta de San Lorenzo ("voy a dirigir un equipo grande y de primera" sostuvo) regresa a un Quilmes, del que se fue mal, incluso algunos hablaron de traición. Y curiosamente, de darse esta posibilidad, después del debut del miércoles con Colón -aunque podría decirse que sin tener demasiado tiempo para trabajar- ya tendrá unos días para visitar... nada menos que al último campeón, el San Lorenzo que ganó el título Inicial con Pizzi -hoy en el Valencia- y que ahora juega torneo y Copa con el técnico Bauza.
Habrá que ver cómo recibe el mundo Quilmes a Caruso, porque desde que se fue no fue bien tratado, aunque en este fútbol inefable todo pasa por el resultado. Si Caruso endereza la nave, la saca de la varadura, entonces todo aquello negativo será dejado de lado, y la gente se dejará llevar por el efecto motivador de este técnico.
Giunta habrá quedado en deuda, pasando por el club sin dejar demasiado y olvidando sobremanera su carácter de jugador (aquel volante de Boca que resumía aquello de Huevo, huevo, huevo...), a pesar de haber estado más de cinco años como técnico de Almirante Brown. En todo caso, mostró como nadie la diferencia entre Ascenso y Primera.
El partido con Central sin público y el papelón en Mendoza terminaron por hacer estallar las cosas en Quilmes. Ya los mismos relatores de las radios que siguen la campaña quilmeña -Adrián Di Blasi en FM Q y el Turco Yamán en FM Sur- habían coincidido, cosa no habitual, en que Giunta debía irse porque no había encontrado respuestas para resolver el enigma.
Con el silencio del presidente ausente, Aníbal Fernández, que está más dedicado a la actividad política y a su trabajo como titular de la Confederación Argentina de Hockey, las espaldas quedaron para los vicepresidentes, como Andrés Meiszner -no se descarta que su padre también esté presente- y el contador Carlos Coloma, que terminaron por sepultar los sueños de Giunta.
Dicen que mañana el equipo será dirigido por el gerente deportivo, Pablo Quatrocchi, aquel chico que se formó en las inferiores quilmeñas y luego pasó de Quilmes a Estudiantes, luego al Wolsburgo de Alemania y al Necaxa de México.
Quatrocchi hoy ya tiene 40 recién cumplidos y es una especie de coordinador deportivo del club. Seguramente su tarea se verá acompañada por el Mudo Mauricio López, encargado de la reserva, que curiosamente recibirá a Colón el martes, sí el mismo día en que se prevé la asunción o retorno de Caruso Lombardi y toda banda. ¿Habrá quedado alguna cuenta pendiente porque algunos jugadores del plantel se mostraron aliviados cuando aquella vez se fue al Santo...?
En las vísperas de un partido trascendental como el del miércoles con Colón de Santa Fe, se espera la rápida incorporación del nuevo cuerpo técnico. Y suena muy fuerte el regreso de Ricardo Caruso Lombardi (también se habló del vasco Arruabarrena y de Facundo Sava).
De producirse la vuelta de Caruso -hasta se publicó que el martes asumirá- se dará un hecho inédito, aunque no sorprendente en el mundo Quilmes y fútbol argentino.
Caruso, que en su momento se fue atraído por la oferta de San Lorenzo ("voy a dirigir un equipo grande y de primera" sostuvo) regresa a un Quilmes, del que se fue mal, incluso algunos hablaron de traición. Y curiosamente, de darse esta posibilidad, después del debut del miércoles con Colón -aunque podría decirse que sin tener demasiado tiempo para trabajar- ya tendrá unos días para visitar... nada menos que al último campeón, el San Lorenzo que ganó el título Inicial con Pizzi -hoy en el Valencia- y que ahora juega torneo y Copa con el técnico Bauza.
Habrá que ver cómo recibe el mundo Quilmes a Caruso, porque desde que se fue no fue bien tratado, aunque en este fútbol inefable todo pasa por el resultado. Si Caruso endereza la nave, la saca de la varadura, entonces todo aquello negativo será dejado de lado, y la gente se dejará llevar por el efecto motivador de este técnico.
Giunta habrá quedado en deuda, pasando por el club sin dejar demasiado y olvidando sobremanera su carácter de jugador (aquel volante de Boca que resumía aquello de Huevo, huevo, huevo...), a pesar de haber estado más de cinco años como técnico de Almirante Brown. En todo caso, mostró como nadie la diferencia entre Ascenso y Primera.
El partido con Central sin público y el papelón en Mendoza terminaron por hacer estallar las cosas en Quilmes. Ya los mismos relatores de las radios que siguen la campaña quilmeña -Adrián Di Blasi en FM Q y el Turco Yamán en FM Sur- habían coincidido, cosa no habitual, en que Giunta debía irse porque no había encontrado respuestas para resolver el enigma.
Con el silencio del presidente ausente, Aníbal Fernández, que está más dedicado a la actividad política y a su trabajo como titular de la Confederación Argentina de Hockey, las espaldas quedaron para los vicepresidentes, como Andrés Meiszner -no se descarta que su padre también esté presente- y el contador Carlos Coloma, que terminaron por sepultar los sueños de Giunta.
Dicen que mañana el equipo será dirigido por el gerente deportivo, Pablo Quatrocchi, aquel chico que se formó en las inferiores quilmeñas y luego pasó de Quilmes a Estudiantes, luego al Wolsburgo de Alemania y al Necaxa de México.
Quatrocchi hoy ya tiene 40 recién cumplidos y es una especie de coordinador deportivo del club. Seguramente su tarea se verá acompañada por el Mudo Mauricio López, encargado de la reserva, que curiosamente recibirá a Colón el martes, sí el mismo día en que se prevé la asunción o retorno de Caruso Lombardi y toda banda. ¿Habrá quedado alguna cuenta pendiente porque algunos jugadores del plantel se mostraron aliviados cuando aquella vez se fue al Santo...?
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