Mañana se cumple un nuevo aniversario del nacimiento de la juglaresa de Buenos Aires -así la apodaba Guerrero Marthineitz-, María Elena Walsh.
Una artista integral, compositora, intérprete, autora, que deleitó a varias generaciones de chicos y grandes, desde su Manuelita, la tortuga de Pehuajó, hasta el Mono Liso, la reina Batata y tantos éxitos, como Doña Disparate y Bambuco, o como Los ejecutivos, El 45 y tantas obras para el público adulto.
Su obra es inmortal y merece ser tenida siempre en cuenta.
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