Anoche Gracias por venir, el programa de Gerardo Rozín y Julieta Prandi, emitió un homenaje a Jairo, el popular cantante cordobés, repasando aspectos de su vida, sus afectos, sus sueños y las cosas que le fueron pasando desde que a los 13 años se fue de su casa, en Cruz del Eje para iniciar una carrera artística, primero como Marito González y posteriormente en Europa, como Jairo.
"Había cantado en el Olimpia de París y pensaba que había tocado el cielo con las manos. Y no fue solo eso, poco después hice veinte funciones en esa catedral de la música".
Jairo mostró su pasión por su esposa, la española Teresa, con quien lleva 42 años de casados, también por sus hijos desparramados por el mundo, que le saludaron desde sus lugares de residencia, el caso de la hija desde Bremen, Alemania, y dos hijos, uno en España y otro en Francia, el restante estuvo en el canal junto a sus dos hijos, nietos de Jairo.
Quizás el momento más emotivo fue el recuerdo del 83 y la canción Venceremos, adaptada por María Elena Walsh para el acto final previo a las elecciones que consagraron al presidente Raúl Alfonsín.
Cerca de un millón de personas vibraron y se emocionaron con Jairo cantando en el Obelisco un tema que fue definitivo para el triunfo de Alfonsín sobre el candidato justicialista, Italo Luder.
Jairo contó que la guitarra se la había dado Leonardo Fabio, quien al conocer que cerraría el acto con Venceremos le dijo con ironía: "No hay que dejar que Jairo llegue al Obelisco".
Recordemos que ese acto más la gaffe de Herminio Iglesias de quejar un cajón radical fueron detonantes para el inesperado triunfo del partido radical en esos comicios, con los que volvió la democracia al país para quedarse para siempre.
Hoy más que nunca hay que apoyarse en estos recuerdos para definir el futuro y consolidar la democracia, siempre con la premisa de Bartolomé Mitre: las heridas de la democracia se curan con más democracia.
"Había cantado en el Olimpia de París y pensaba que había tocado el cielo con las manos. Y no fue solo eso, poco después hice veinte funciones en esa catedral de la música".
Jairo mostró su pasión por su esposa, la española Teresa, con quien lleva 42 años de casados, también por sus hijos desparramados por el mundo, que le saludaron desde sus lugares de residencia, el caso de la hija desde Bremen, Alemania, y dos hijos, uno en España y otro en Francia, el restante estuvo en el canal junto a sus dos hijos, nietos de Jairo.
Quizás el momento más emotivo fue el recuerdo del 83 y la canción Venceremos, adaptada por María Elena Walsh para el acto final previo a las elecciones que consagraron al presidente Raúl Alfonsín.
Cerca de un millón de personas vibraron y se emocionaron con Jairo cantando en el Obelisco un tema que fue definitivo para el triunfo de Alfonsín sobre el candidato justicialista, Italo Luder.
Jairo contó que la guitarra se la había dado Leonardo Fabio, quien al conocer que cerraría el acto con Venceremos le dijo con ironía: "No hay que dejar que Jairo llegue al Obelisco".
Recordemos que ese acto más la gaffe de Herminio Iglesias de quejar un cajón radical fueron detonantes para el inesperado triunfo del partido radical en esos comicios, con los que volvió la democracia al país para quedarse para siempre.
Hoy más que nunca hay que apoyarse en estos recuerdos para definir el futuro y consolidar la democracia, siempre con la premisa de Bartolomé Mitre: las heridas de la democracia se curan con más democracia.
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