Las imágenes que trasmitió la televisión de Córdoba impactan, incluso un vecino fue gráfico: no recordaba saqueos y hechos de semejante magnitud... desde el Cordoba (aquel episodio durante un gobierno militar, un 31 de mayo de 1969, cuando desde Canal 13 se difundían las imágenes de un joven Sergio Villarroel cubriendo el episodio cubierto detrás de una columna en Córdoba capital).
Los saqueos de anoche mueven y conmueven y ponen otra vez en el tapete los condimentos que necesita la República para ser tal. Curiosamente un gobierno nacional hizo la vista gorda al principio ante los reclamos de un gobernador como De la Sota, no alineado con el kirchnerismo. Y esto en estos tiempos sigue siendo un karma, porque el pedido del envío de gendarmes para controlar una situación colapsada por la huelga policial no encontró respuesta, sí chicanas de todo tipo.
Que el gobernador estaba en Panamá y llegó hace poco, que hay que respetar el sistema republicano y federal que marca la Constitución, que el gobernador no hizo pedidos... Y por el otro lado, los dramáticos reclamos del gobernador De la Sota y el intento de comunicarse con una autoridad del gobierno, sin éxito según su relato.
Así las cosas, con el que pin y que pan, la situación salió de madre y las imágenes de Córdoba son elocuentes. Hizo recordar a los saqueos en Capital y Conurbano del 20 y 21 de diciembre de 2001, que terminaron con un presidente -curiosamente cordobés- como De la Rua, yéndose en helicóptero.
Ahora parece que las partes se van acercando a un arreglo, que esperemos no sea a "lo Pirro", para ocultar el problema principal y meter un parche más.
Los reclamos policiales dan toda la sensación de ser justos, en ese sentido es admirable verla a Yanina poniendo la cara por su esposo y camaradas, señalando las malas condiciones salariales de los policías, que cobran de básico... 2100 pesos, toda una humorada.
El país del relato tiene en Córdoba un nuevo capítulo. Alguna vez se pondrá por encima de todo el bien común, dejando de lado las apetencias personales.
Si De la Sota no es kircherista no tendría que prevalecer a la hora de definir una situación de conflicto, con una ciudad desguarnecida y con la palabra anarquía flotando.
Como mueca del destino mientras las imágenes de esta mañana repetían los saqueos -se llevaban de todo, y no eran sólo alimentos, lo que justificaba la preocupación sobre quienes estaban detrás- en el Congreso asumían los nuevos diputados, entre ellos Sergio Massa -que pidió al gobierno nacional cordura para hacerse cargo de su parte- y Martín Insaurralde, quien luego de unos días de descanso en la isla Saint Martin con Jessica Cirio, decidió finalmente asumir el cargo de diputado de la nación, eso sí, con la sonrisa de spot publicitario siempre presente.
Los saqueos de anoche mueven y conmueven y ponen otra vez en el tapete los condimentos que necesita la República para ser tal. Curiosamente un gobierno nacional hizo la vista gorda al principio ante los reclamos de un gobernador como De la Sota, no alineado con el kirchnerismo. Y esto en estos tiempos sigue siendo un karma, porque el pedido del envío de gendarmes para controlar una situación colapsada por la huelga policial no encontró respuesta, sí chicanas de todo tipo.
Que el gobernador estaba en Panamá y llegó hace poco, que hay que respetar el sistema republicano y federal que marca la Constitución, que el gobernador no hizo pedidos... Y por el otro lado, los dramáticos reclamos del gobernador De la Sota y el intento de comunicarse con una autoridad del gobierno, sin éxito según su relato.
Así las cosas, con el que pin y que pan, la situación salió de madre y las imágenes de Córdoba son elocuentes. Hizo recordar a los saqueos en Capital y Conurbano del 20 y 21 de diciembre de 2001, que terminaron con un presidente -curiosamente cordobés- como De la Rua, yéndose en helicóptero.
Ahora parece que las partes se van acercando a un arreglo, que esperemos no sea a "lo Pirro", para ocultar el problema principal y meter un parche más.
Los reclamos policiales dan toda la sensación de ser justos, en ese sentido es admirable verla a Yanina poniendo la cara por su esposo y camaradas, señalando las malas condiciones salariales de los policías, que cobran de básico... 2100 pesos, toda una humorada.
El país del relato tiene en Córdoba un nuevo capítulo. Alguna vez se pondrá por encima de todo el bien común, dejando de lado las apetencias personales.
Si De la Sota no es kircherista no tendría que prevalecer a la hora de definir una situación de conflicto, con una ciudad desguarnecida y con la palabra anarquía flotando.
Como mueca del destino mientras las imágenes de esta mañana repetían los saqueos -se llevaban de todo, y no eran sólo alimentos, lo que justificaba la preocupación sobre quienes estaban detrás- en el Congreso asumían los nuevos diputados, entre ellos Sergio Massa -que pidió al gobierno nacional cordura para hacerse cargo de su parte- y Martín Insaurralde, quien luego de unos días de descanso en la isla Saint Martin con Jessica Cirio, decidió finalmente asumir el cargo de diputado de la nación, eso sí, con la sonrisa de spot publicitario siempre presente.
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