IMPROVISA2

El teatro Municipal de Quilmes se vio engalanado anoche con la presentación del espectáculo Improvisa2, con los actores Mariana Bustinza, Gabriel Gavilá y Tomás Cutler.
Un espectáculo muy especial, donde los actores realizan improvisaciones sobre la base de temas que sugiere el público.
En base a la idea se van desarrollando historia, que muestran por parte de los actores la impronta de la improvisación, con música, humor y mucho talento.
Se trata de tres actores de sólida formación, que crearon esta forma de hacer teatro hace una década y como señaló Gabriel ya llevan nada menos que 500 mil espectadores en sus distintas presentaciones en todo este tiempo.
La Capital, la costa, el interior del país e incluso el exterior ha tenido oportunidad de disfrutar de su propuesta, acompañados por excelentes músicos que el ponen el sonido al espectáculo.
Para que se tenga una idea, los temas propuestos anoches, en terror, por ejemplo, se habló de alguien descuartizado y un muerto detrás del telón.
También se habló de alguien que llora lágrimas de sangre y un samurai desilusionado con su labor porque "tiene ojos grandes".
También se vivió el zapping de los programas de televisión, todos unidos por una palabra que fue reiterada en los programas -en este caso papas fritas- y el cierre contó con los papelitos que llenaron los espectadores con frases ingeniosas, ideas, sugerencias etcétera, para terminar Gabriel con un "Basta de cocinar".
El público interactúa con los actores y eso le da más empatía a la propuesta, que terminó con un cerrado aplauso de la concurrencia que llenó las instalaciones del teatro.
Si se recorren los antecedentes de los tres actores se podrá observar que todos tienen una sólida formación y un camino recorrido que avala la seriedad del espectáculo.
 Hacen de la improvisación un arte, un ejercicio teatral con música y humor que mueve y conmueve. Hasta el pibe Leandro, en primeras filas, se dio el gran gusto de bailar en el escenario con Gabriel, porque comentó "siempre bailo en los cumpleados".
El espectáculo hace recordar doblajes, películas norteamericanas, suspenso, mucha imaginación para recrear lo que se desarrolla y fundamentalmente, la voluntad por lograr del público la complicidad y una sonrisa que tanto vale en estos tiempos de la vida argentina.

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