No ocultaba su malestar en la conferencia de prensa. Guillermo Barros Schelotto, técnico de Lanús, se mostraba contrariado por el cambio de horario del partido que su equipo jugará el domingo con Boca en la Fortaleza, por la penúltima fecha del torneo Inicial.
Lanús se clasificó anoche finalista de la Copa Sudamericana y deberá definir con el sorprendente Ponte Preta de Brasil, jugando el miércoles 4 de diciembre la primera final en el país hermano (la revancha será una semana después en Lanús).
El técnico decía que en principio el partido con Boca iba a jugarse a las 21.15 pero "por razones de seguridad" se pasó a las 18.15 (San Lorenzo que pelea por el título recibirá a Estudiantes a las 17.30).
Barros Schelotto sostuvo que era una verguenza y apuntó, sin dar nombres (¿Tinelli?¿el Papa Francisco...?) a alguien que había pedido expresamente el cambio de horario.
"Ahora tenemos que cambiar todo en cuanto a descanso, alimentación, etcétera, además de que a esa hora, por lo que se anuncia, el calor será importante" dijo el Mellizo (por supuesto en su bronca se olvidó que también San Lorenzo va a jugar con alta temperatura).
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