CHAPU... CEANDO

El Chapu Braña destapó la olla, o en todo caso dijo lo que en el mundo Quilmes se sabía entre bambalinas. Sostuvo que ahora quiere jugar los dos partidos que restan -el domingo en La Plata con Gimnasia y el 1 de diciembre con River en el Centenario- para luego definir su futuro.
Se mostró disconforme con la manera con que se le pagó el primer sueldo y dejó entrever que no sería extraño que esta vuelta al Cervecero termine abruptamente en los próximos días.
Cuando se tiene en cuenta el presupuesto de Quilmes -según EL SOL cerca de 3.500.000 de pesos mensuales- el socio y simpatizante se da cuenta del despropósito que muestra el fútbol argentino, los dirigentes, los clubes. ¿Cómo hace Quilmes para afrontar tamaño presupuesto cuando los ingresos son muy inferiores a esa cifra?
Entonces, comienzan a oírse versiones de recortes presupuestarios, y en ese sentido el Chapu decidió abrir el paraguas porque sus ingresos están en los más elevados del plantel, al igual que Joaquín Boghossian, y si desde la dirigencia se hace trascender que habrán recortes, entonces se entiende la preocupación de los principales referentes.
Quilmes no es una isla en el fútbol argentino. En todo caso está en el lote de la mayoría de los clubes que no pueden afrontar los compromisos que contraen.
El caso Colón es el más patético. Un club que no hace mucho era modelo, con un presidente (Lercher) muy ligado a AFA e incluso mencionado como eventual sucesor de Julio Grondona, cuando deje la AFA en el 2015.
Hoy el Sabalero debe cerca de siete meses al plantel, recibió quita de puntos de FIFA por deuda internacional y puede sufrir mañana otra quita de puntos por el partido con Rafaela, donde el plantel no se presentó. En AFA se estudia si se hará jugar el partido o si se aplicará el reglamento a rajatable, es decir, quita de puntos.
Mientras desde Futbolista Agremiados, el secretario Marchi ha decidido convocar a los capitanes de los distintos equipos en base a todo esto para trazar una estrategia (fue Marchi el que aconsejó a los futbolistas de Colón que no se presenten, suponiendo que el partido se iba a postergar y ahora está preocupado ante la posibilidad de aplicar el reglamento).
El vicepresidente de Quilmes, Carlos Coloma, dijo días pasados por radio que un sólo club está al día con sus obligaciones y con la posibilidad de incorporar dos elementos a fin de año, si se aplica a rajatabla el reglamento.
Así las cosas, el fútbol argentino -y Quilmes en particular- deberá ponerse las pilas y asumir la realidad. Los dirigentes tendrán que explicar por qué se comprometen mucho más de lo que realmente pueden, poniendo a los clubes en situación de quiebra eventual, y de una vez por todas darse cuenta de que no puede ser que los clubes actúen como ricos cuando todos están empobrecidos, esperando el maná de AFA, que ya no puede ayudar más.
Fútbol para todos es la consigna de la televisión, del gobierno y de AFA. Será hora de que todos los que rodean al fútbol respondan con sentido común, aunque algunos sostengan que es el menos común de los sentidos.

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