VIVAS, CULTURA Y ALGO MAS

Nelson Vivas habló por los medios partidarios y dijo sus verdades luego de la derrota con Newell`s el último sábado, cuando había quedado flotando la idea de que podía dejar la dirección técnica.
Sin embargo, aseguró que estaba confiado en revertir la situación, aunque reconoció que en este fútbol nuestro cuando los resultados no se dan, el que finalmente da el paso al costado es el técnico.
Vivas sostuvo que el partido venía bien hasta el gol Rojinegro, habiendo puesto en el campo de juego lo planificado. Pero el gol derrumbó toda la estructura y terminó por dejar a Quilmes sin posibilidades de descontar incluso (porque el segundo gol, en los primeros minutos del complemento, terminó siendo el golpe letal).
Así las cosas el técnico consideró que son concientes del momento, con 496 minutos sin concretar goles, con tres derrotas y un empate en los últimos cuatro partidos, y con equipo que está lejos de aquel que le había ganado a San Lorenzo en el Estadio Centenario.
El próximo  rival será Belgrano de Córdoba en la Docta, sin duda adversario difícil, que viene cumpliendo una excelente campaña y que llega con la victoria lograda en La Paternal ante Argentinos Juniors.
 Vivas espera que en esta oportunidad el equipo pueda aparecer y revierta el momento. Sabe que está en agonía y para llegar al éxtasis debe dar vuelta la actualidad con un cambio radical.
También habló del criticado cambio al comienzo del complemento, cuando salió el delantero Hipperdinger e ingresó el volante Morales. Dijo que pensó en mandar a Miguel Caneo más adelante y que Morales se encargara de contener a Diego Mateo, tarea que había realizado Caneo en la primera etapa con un gran desgaste.
Reconoció que el propósito no rindió resultados y terminó favoreciendo a Newell`s, que tuvo a favor, incluso para llegar a un marcador más abultado.

Escupitajos

En esa charla amena y sincera del técnico, Vivas afirmó que él era el responsable del momento y que si la gente quería insultarlo que lo hiciera pero pidió que no lo escupan. Así mencionó que apenas salía del banquito, desde la platea llovían los gargajos, por eso no apareció fuera del banco en el momento más caliente del partido y con la gente, sobre todo de la platea, enojada con él.
 En una forma respondió a ese plateísta que se preguntaba cómo podía ser que el técnico no diera indicaciones, saliendo del banco.
 Vivas dio a entender que todavía le queda cuerda para intentar el Cordobazo, como para que comience a cambiar la historia. Aunque dejó la sensación de que ésta es su última gran batalla y espera que el equipo que ponga en Córdoba responda a sus intenciones, como para que no se sume el Chango a la lista de técnicos que van cayendo en tortuoso camino del fútbol argentino. Este fin de semana, por ejemplo, Carlos Ischia dejó Racing luego de cinco partidos y hoy hizo lo propio Rubén Darío Forestello, en Colón de Santa Fe (alguna especie llegó a imaginar que ahora podría estar en la lista de espera del Cervecero, si Vivas no puede revertir la situación).
 La gente se fue muy enojada con el equipo y con el técnico, sobre todo por el cambio realizado que prácticamente echó por tierra las posibilidades de dar vuelta el resultado.
 Pero esto es fútbol, dinámica de lo impensado diría Dante Panzeri, y en una de esas Belgrano, entusiasmado por su gran presente y por la historia favorable ante Quilmes, termina siendo sorprendido por un Quilmes, hoy por hoy convertido en el muñeco que recibe las bofetadas.
El mundo Quilmes es muy especial y la pregunta que puede quedar flotando en el aire puede ser ésta: ¿Podrá Vivas tener espaldas para estar en el banco en la fecha 12 cuando Quilmes reciba a Atlético Rafaela en el Centenario? Primero, tiene que ser más pirata que el Morgan Cordobés.

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