QUILMES NO PUEDE

Enfrente estuvo el mejor equipo del torneo, el que si mantiene este nivel seguramente repetirá el título en este torneo Inicial. Quilmes fue rival en el primer tiempo, en algunos pasajes, y no pudo doblegar al solvente Guzmán. Para colmo Maxi Rodríguez, seguramente el futbolista que juega aquí que está pasando por el mejor momento, puso en ventaja a Newell`s y de ahí en más se hizo cuesta arriba para el Cervecero.
Para colmo el técnico Nelson Vivas -quizás pensando en el adiós- jugó un cambio que nadie entendió, porque salió el delantero Hipperdinger y entró un volante, Matías Morales, quien nunca encontró el rumbo del partido.
Con el gol de Diego Mateo en el complemento, tras centro de Maxi, el puntero comenzó a florearse y sólo los reflejos de Peratta impidieron que la diferencia fuera mucho mayor que el 2 a 0.
Nelson Vivas se retiró del campo de juego sin hablar y por lo que dicen los medios, evaluando su renuncia, al no encontrar el rumbo del equipo.
Alguna vez Vivas, que siempre fue amable con la prensa, especialmente los medios partidarios, dijo que sabía que en el fútbol argentino nadie espera, y si los resultados no se dan, terminan "dándote una patada en el orto (sic)...". Quizás recordando esa frase el técnico decida irse para que venga otro y pueda enfilar el rumbo de un barco cervecero que anda a la deriva.
Ayer ensayó un equipo de chicos y de grandes en perfecto ensamble en cuanto a número, aunque al final tropezó con la realidad de un rival, que por algo está donde está y recibe los calificativos más altos de todo el periodismo, incluso cuando, como al principio, no aparece en su verdadero nivel.
En ese principio Quilmes llamó a la ilusión, porque dominó las acciones y si bien tropezó, como siempre con el déficit de gol -no concreta en la red rival desde hace 496 minutos y el último gol fue en contra, de Paparatto, ante Tigre- llegó al arco de Guzmán. La jugada más clara fue de pelota parada, y finalmente Hipperdinger remató afuera desde buena posición.
Pero llegó el gol de Maxi Rodríguez, en una jugada "a lo Newell`s", después la actitud de los inadaptados que arrojaron proyectiles al arquero Guzmán y que provocaron la suspensión del juego por unos minutos, y ahí pareció enfriarse el ímpetu del local.
Para colmo en el inicio del complemento, la salida de Hipperdinger, delantero, por un volante, Morales -que pareció sentir el pánico escénico- terminó por derrumbar el sueño del local. Con el gol de Mateo todo se terminó y Quilmes siguió con las ganas pero con la ineficiencia de siempre, remarcada con los ingresos de Lucero y del atribulado Boghossian.
Desde la platea quilmeña se exteriorizaba la bronca con el técnico ("¿Dónde se ha visto un técnico que no da indicaciones o que ni siquiera sale del banco?" vociferaba un plateísta, y otro subrayaba "¿A quién se le ocurre semejante cambio?"), y el final fue el de siempre, el de la incertidumbre, el de los fantasmas del pasado, el del promedio, el descenso, el Nacional B, etcétera.
Algunos pretendían descargar en el árbitro la bronca -Baliño tuvo una actuación regular, dejando dudas sólo en esa presunta falta a Caneo; los diarios capitalinos hablaron de una buena labor del árbitro- pero era el chivo expiatorio de siempre. En la platea estaba el ex árbitro Marcelo Azpiolea, como veedor precisamente de Baliño.
Los periodistas quilmeños no fueron tan condescendientes con Baliño, así por ejemplo el turco Yaman lo calificó como impresentable.
 De todas maneras, el árbitro es apenas una anécdota. La realidad, que es la única verdad, dice que Vivas perdió el rumbo. Terminó el partido con la sensación de que había sido su último encuentro al frente del equipo -sí, con apenas diez fechas en el torneo, diez puntos producto de 3 victorias, un empate y seis derrotas- con apenas 5 goles, uno de ellos en contra, y con un presente negro, que sólo podría revertirse con un cambio de aire, eso sí, siempre y cuando el propio Vivas lo decida.
No hay que olvidar que el próximo rival es Belgrano en Córdoba, que vive un presente totalmente diferente y viene de ganar en La Paternal, con total justicia, aunque tuvo una ayuda del polémico Laverni.
De todas maneras son dos realidades diferentes. Quilmes se apresta a vivir una semana tan especial como la anterior después de caer en la Bombonera. ¿Podrá enderezar el rumbo con éste u otro conductor? Los dirigentes, los jugadores y el propio técnico tienen la respuesta.
 Para colmo en FM SUR habló Pepito Andreuchi, hoy devenido en empresario, quien pretende meterse en el mundo Cervecero con el derecho que le da la deuda que el club tiene con él. Incluso varios de los chicos de la cantera que hoy juegan en primera pertenecen en cuanto al pase al recordado goleador quilmeño de aquel 78 (el 29 de octubre se cumplirán nada menos que 35 años de aquel título Metropolitano en Rosario. En uno de los recientes recuerdos y reconocimiento a los campeones del 78, curiosamente, se mencionó a todos... menos a Pepito. Cosas veredes...)
Por lo que dijo Andreuchi en FM SUR y por lo que señalaron los periodistas, incluso podría ser un manager o asesor de la institución.
Quilmes todavía tiene el oxígeno del promedio -1,250- sin embargo la cifra viene bajando en forma vertiginosa y comienza a preocupar, ayudada por el nivel del equipo, ese que Vivas no supo o no pudo encontrar, con el agravante de que parece haber grupos... ¿Por qué, por ejemplo, Chirola Romero no estuvo ayer ni siquiera en el banco?¿Para qué vino el Chino Benítez si el nivel era tan bajo...?
Muchas preguntas sin respuestas, que sólo el tiempo podrá aclarar.
De ahora en más el mundo Quilmes, como siempre, se parece más a sí mismo, ese que durante los últimos treinta años no permitió desarrollar un proyecto, como los que muestran Lanús, Velez, el propio Newell`s, que tomó el toro por las astas cuando el promedio del descenso era acechante para ser hoy el mejor, último campeón y camino a la repetición.
En fin, Quilmes es un sentimiento, quizás una muestra del fútbol argentino actual. Aunque el hecho de que por primera vez esta crisis ataca con mucho capital de la cantera pueda servir, al final, para capitalizar una idea y llevarla a la práctica con buenos resultados. No olvidemos que las crisis, a veces, son propias del crecimiento. Y si se tiene una mente gestáltica el golpe de hoy puede ser el equilibrio de mañana.

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