PICADORA DE CARNE


Alguna vez se dijo que la profesión era una auténtica picadora de carne. Y la realidad lo demuestra cuando de técnicos se trata, en nuestro fútbol argentino.
Así en estos días se han sumado las dimisiones de Carlos Ischia en Racing y Rubén Darío Forestello en Colón de Santa Fe. En tanto algunos están en la cuerda floja, como Nelson Vivas en Quilmes.
Los resultados mandan, los dirigentes no esperan y por más que se firmen contratos por un año a veces el corte se da mucho antes. En el caso de Ischia, fueron cinco partidos. Ya Racing había despedido anteriormente a Luis Zubeldía en la quinta fecha.
 La guillotina pende sobre los técnicos... Por eso parece increíble pensar que Pepe Romero estuvo cinco años en All Boys y Gustavo Alfaro lleva sus años en el humilde pero eficaz Arsenal, que es el único invicto del torneo de primera división.
Newell`s cambió el técnico porque el Tata Martíno se fue... al Barcelona, que no para de ganar. Llegó Berti y el club del Parque Independencia sigue sumando éxitos, buen juego y placer por verlo actuar. 
En todo caso, la lección pasa por saber armar proyectos, respetarlos y no dejarse llevar por esa inefable ansiedad que hace que el técnico esté siempre expuesto a ser devorado por el Moloch, ese monstruo que siempre está en la búsqueda de nuevas víctimas.
A los ejemplos citados de Newell`s, Arsenal, con un trabajo a largo plazo, un proyecto y un equilibrio, se podrían agregar los de Velez, con el técnico Ricardo Gareca, Lanús, con los Mellizos Barros Schelotto, el ascendido Gimnasia, con el técnico Pedro Troglio... son muestras que lamentablemente no se repiten en los otros clubes, demasiado acuciados por la necesidad de resultados.
Tomar data de los ejemplos citados servirá para no cometer errores y seguir navegando por aguas encrespadas, donde hoy el paradigma de la confusión y el caos es Racing de Avellaneda.

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