TITO INGENIERI

Es uno de esos tipos a los que el teatrista Alejandro Pepe denomina "gente con bombín", porque es diferente, el que se puede calificar de inefable (no se puede explicar con palabras).
Tito Ingenieri, el hombre de la casa de las botellas, es un gran anfitrión, y esta tarde recibió a dos periodistas en su casa de 25 de Mayo y Los Naranjos, en la ribera quilmeña.
En una charla amena e interesante, Tito contó su vida, sus avatares, y una historia que a los 60 años tiene todas las características de una película (como la que pergeñó Alcides Chiesa con Tito, el navegante).
 Tito contó sus aventuras adolescentes, cuando salió de su casa y recorrió Sudamérica junto a dos gringos, con todas las peripecias que debió sortear.
 También habló de su época en que vivió en "la casa del árbol", allí por la ribera, que fue en todo caso el principio de su habilidad por resolver las cosas con ingenio.
Hoy vive en la casa de las botellas, y según confiesa espera integrar el libro de Guiness con más de seis millones de botellas en la construcción de su casa.

Comentarios