Aníbal Fernández, entusiasmado con la llegada de Nelson Vivas a la dirección técnica de Quilmes, anheló que con el tiempo se transforme en algo así como el Ferguson quilmeño, remedando a ese técnico que durante décadas condujo el plantel de Manchester United, y que se fue porque el tiempo pasa y llega un momento de decir adiós.
La idea de un proyecto a largo plazo sería una gran concreción si el propósito se logra, con tiempo, esfuerzo y sobre todo, sin apremios.
Después de lograr la permanencia en primera división, con un importante colchón de puntos, bajo la batuta del técnico Omar De Felippe, ahora Quilmes apuesta al cuerpo técnico encabezado por el Chango, quien se identifica con el club y desde el vamos manifestó su intención de armar algo a largo plazo.
Para ello habrá una pata en inferiores, un contacto directo con la reserva que conduce Alfredo Grelak, y la apuesta a un sistema de trabajo que se base en el equilibrio, el sentido común y una apuesta a permanecer por largo tiempo en Primera. Para eso hay que proponerse metas, en este caso no ya sólo alcanzar los 50 puntos para seguir en la categoría sino ir concretando un proyecto, que permita mirar al futuro con otro rostro.
Quilmes debe superar un viejo asunto que pasa por quedarse en primera durante mucho tiempo. No hay que olvidar que en los últimos treinta años, el Cervecero nunca pudo mantenerse por un período superior al lustro, y los ascensos se volvieron tan traumáticos como los descensos seguidos. Para que se deje de lado el calificativo de "suben y bajan", entonces es importante la política que se pretende instaurar.
Desde ya resolver el tema del técnico rápidamente, con "alguien de la casa" ante la ida de De Felippe (¿alguna vez se sabrá a ciencia cierta los motivos del alejamiento de un técnico exitoso?) es un buen punto de partido, al que deberá sumarse la solución de los jugadores que queden y la llegada de los que marque el técnico, con el propósito de armar un plantel corto, donde todos tengan su lugar. Y junto a ello el rol de la tercera, como sparring de la primera y como factor de recambio cuando desde el cuerpo técnico se recurra a ello.
El camino está trazado, el tiempo dirá si de una vez por todas se transita el proceso sin locuras ni alteraciones. Lo que hoy Vivas propone alguna vez debió concretar José Yudica -cuando Quilmes logró el título Metro 78- o más acá, Gustavo Alfaro, que ascendió a Quilmes, lo hizo sumar en Primera nada menos que 60 puntos, con el pase a la Copa Libertadores. Todos esos procesos terminaron mal porque nunca se apostó al largo plazo y al menor contratiempo se prefirió prescindir del cuerpo técnico, y dejar en banda el proyecto.
¿Será éste el momento ideal de apostar todo al proyecto a largo plazo?
La idea de un proyecto a largo plazo sería una gran concreción si el propósito se logra, con tiempo, esfuerzo y sobre todo, sin apremios.
Después de lograr la permanencia en primera división, con un importante colchón de puntos, bajo la batuta del técnico Omar De Felippe, ahora Quilmes apuesta al cuerpo técnico encabezado por el Chango, quien se identifica con el club y desde el vamos manifestó su intención de armar algo a largo plazo.
Para ello habrá una pata en inferiores, un contacto directo con la reserva que conduce Alfredo Grelak, y la apuesta a un sistema de trabajo que se base en el equilibrio, el sentido común y una apuesta a permanecer por largo tiempo en Primera. Para eso hay que proponerse metas, en este caso no ya sólo alcanzar los 50 puntos para seguir en la categoría sino ir concretando un proyecto, que permita mirar al futuro con otro rostro.
Quilmes debe superar un viejo asunto que pasa por quedarse en primera durante mucho tiempo. No hay que olvidar que en los últimos treinta años, el Cervecero nunca pudo mantenerse por un período superior al lustro, y los ascensos se volvieron tan traumáticos como los descensos seguidos. Para que se deje de lado el calificativo de "suben y bajan", entonces es importante la política que se pretende instaurar.
Desde ya resolver el tema del técnico rápidamente, con "alguien de la casa" ante la ida de De Felippe (¿alguna vez se sabrá a ciencia cierta los motivos del alejamiento de un técnico exitoso?) es un buen punto de partido, al que deberá sumarse la solución de los jugadores que queden y la llegada de los que marque el técnico, con el propósito de armar un plantel corto, donde todos tengan su lugar. Y junto a ello el rol de la tercera, como sparring de la primera y como factor de recambio cuando desde el cuerpo técnico se recurra a ello.
El camino está trazado, el tiempo dirá si de una vez por todas se transita el proceso sin locuras ni alteraciones. Lo que hoy Vivas propone alguna vez debió concretar José Yudica -cuando Quilmes logró el título Metro 78- o más acá, Gustavo Alfaro, que ascendió a Quilmes, lo hizo sumar en Primera nada menos que 60 puntos, con el pase a la Copa Libertadores. Todos esos procesos terminaron mal porque nunca se apostó al largo plazo y al menor contratiempo se prefirió prescindir del cuerpo técnico, y dejar en banda el proyecto.
¿Será éste el momento ideal de apostar todo al proyecto a largo plazo?
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