Se habla mucho de los espectáculos deportivos, de evitar las cuestiones de violencia, etcétera, pero resulta que mañana habrá dos partidos de alto riesgo, con participación de los equipos de Avellaneda.
Independiente visita a River a las 14y busca un triunfo para seguir ilusionado con quedarse en la categoría superior.
El otro club de Avellaneda, Racing, será local ante Boca a las 21.30, sin simpatizantes del club Xeneize por el tema de las barras bravas y la decisión del comité de seguridad deportiva, que quiere evitar incidentes que se podrian producir precisamente entre líneas de la barra boquense.
Pero, en el marco de las especulaciones, no hay que dejar de estar preocupado por lo que pueda pasar entre Independiente y Racing, por más que haya muchas horas de diferencia entre un partido y otro.
El peor escenario sería una derrota del Rojo, que lo pondría al borde del abismo. Precisamente el partido se lo juega temprano para evitar que una caída catapulte a Independiente a la categoría inferior, porque va a depender de lo que pase el lunes con Argentinos Juniors, aunque ya sabrá lo que ocurrió con Quilmes y con San Martín de San Juan.
¿Qué pasa si los hinchas de Racing se enancan al infortunio del rival de siempre y arman trifulcas, gastadas u otros recursos que pueden generar la reacción de sus pares rojos, digamos en la Plaza Alsina?
Se habla de un ejército de policías, tanto en el Monumental como en Avellaneda... ¿bastarán para evitar males mayores?
Por supuesto, hay que soñar con que el fútbol vivido como drama no termine en tragedia.
Independiente visita a River a las 14y busca un triunfo para seguir ilusionado con quedarse en la categoría superior.
El otro club de Avellaneda, Racing, será local ante Boca a las 21.30, sin simpatizantes del club Xeneize por el tema de las barras bravas y la decisión del comité de seguridad deportiva, que quiere evitar incidentes que se podrian producir precisamente entre líneas de la barra boquense.
Pero, en el marco de las especulaciones, no hay que dejar de estar preocupado por lo que pueda pasar entre Independiente y Racing, por más que haya muchas horas de diferencia entre un partido y otro.
El peor escenario sería una derrota del Rojo, que lo pondría al borde del abismo. Precisamente el partido se lo juega temprano para evitar que una caída catapulte a Independiente a la categoría inferior, porque va a depender de lo que pase el lunes con Argentinos Juniors, aunque ya sabrá lo que ocurrió con Quilmes y con San Martín de San Juan.
¿Qué pasa si los hinchas de Racing se enancan al infortunio del rival de siempre y arman trifulcas, gastadas u otros recursos que pueden generar la reacción de sus pares rojos, digamos en la Plaza Alsina?
Se habla de un ejército de policías, tanto en el Monumental como en Avellaneda... ¿bastarán para evitar males mayores?
Por supuesto, hay que soñar con que el fútbol vivido como drama no termine en tragedia.
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