Se preveía y se cumplió: Omar De Felippe dijo adiós tras la victoria ante Tigre. El entrenador sostuvo que se había cumplido un ciclo y por eso daba el paso al costado.
Dejó a Quilmes en primera, con 50 puntos y un promedio de 1,315, por lo que el técnico que llegue -por ahora sólo se habló de Roberto Sensini- tendrá el camino bastante allanado y tendrá que ser inteligente para capitalizar esta situación.
De Felippe sintió que había dado todo a Quilmes y que en el entorno tan especial del Mundo Quilmes era el momento de dar el paso al costado para que otro pueda seguir el camino.
Se sabe que algunos futbolistas no seguirán -Trípodi, Menéndez, Cobo, quizás Elizari- de todas maneras el nuevo técnico deberá ser capaz de sostener esta campaña y de ser posible, mejorarla para que el nuevo año en la Primera División sirva para afirmar las pretensiones, con el objetivo propuesta de mantener al Cervecero en la categoría durante muchos años.
Aníbal Fernández, el presidente de Quilmes, destacó la labor de De Felippe y reconoció que estaba en su derecho de buscar otro horizonte. De todas maneras, señaló, lo que hizo el técnico en Quilmes ha sido muy importante y muy serio.
No hay que olvidar que en todo este lapso, con ascenso a primera y mantenimiento de la categoría, hubo avatares y no siempre la gente reconoció el trabajo, incluso las redes sociales y las radios partidarios se hicieron eco de hinchas enojados con el técnico cuando las cosas no salían. Pero De Felippe fue tenaz y consecuente con su idea, y al final llevó al equipo al mejor puerto posible.
Ahora el tiempo corre porque hay que buscar nuevo entrenador, y por más que se mencione a Sensini, el presidente le dijo tajante a Adrián Di Blasi que en cuanto se acuerde con el nuevo conductor lo llamará, a la casa si es necesario, para decírselo.
Incluso fue optimista con el caso Elizari en cuanto a su continuidad.
Vale agregar que no es la primera vez que un técnico exitoso se va de la institución, algunas veces por decisión del profesional, como en este caso o en el de José Yudica, cuando sacó a Quilmes campeón Metropolitano 78, otras, por decisión de los dirigentes como ocurrió con Jorge Ghiso en su momento o con José Yudica.
No es fácil adaptarse al Mundo Quilmes, soportar las exigencias y demostrar realmente las propias condiciones. A veces los profesionales tropiezan con el malhumor de los hinchas, las exigencias de los dirigentes o de los propios futbolistas. No hay que olvidar que el hoy técnico de Arsenal, Gustavo Alfaro, dejó su impronta, ascendiendo al Cervecero y sumando la mejor campaña de equipo ascendido en primera división, con 60 puntos, incluso logrando la clasificación para la Copa Libertadores, y sin embargo, por uno u otro motivo, el técnico se tuvo que ir tiempo después, lo que a la larga coadyuvó para un nuevo descenso.
Hoy es el momento de capitalizar lo hecho, no enloquecerse y seguir el camino trazado, con el apuntalamiento de los juveniles, más el plantel y los que vengan por los que se vayan. Hay que ser inteligentes para caminar hacia el sueño de instituciones que se han afirmado en primera como Lanús y Velez.
Dejó a Quilmes en primera, con 50 puntos y un promedio de 1,315, por lo que el técnico que llegue -por ahora sólo se habló de Roberto Sensini- tendrá el camino bastante allanado y tendrá que ser inteligente para capitalizar esta situación.
De Felippe sintió que había dado todo a Quilmes y que en el entorno tan especial del Mundo Quilmes era el momento de dar el paso al costado para que otro pueda seguir el camino.
Se sabe que algunos futbolistas no seguirán -Trípodi, Menéndez, Cobo, quizás Elizari- de todas maneras el nuevo técnico deberá ser capaz de sostener esta campaña y de ser posible, mejorarla para que el nuevo año en la Primera División sirva para afirmar las pretensiones, con el objetivo propuesta de mantener al Cervecero en la categoría durante muchos años.
Aníbal Fernández, el presidente de Quilmes, destacó la labor de De Felippe y reconoció que estaba en su derecho de buscar otro horizonte. De todas maneras, señaló, lo que hizo el técnico en Quilmes ha sido muy importante y muy serio.
No hay que olvidar que en todo este lapso, con ascenso a primera y mantenimiento de la categoría, hubo avatares y no siempre la gente reconoció el trabajo, incluso las redes sociales y las radios partidarios se hicieron eco de hinchas enojados con el técnico cuando las cosas no salían. Pero De Felippe fue tenaz y consecuente con su idea, y al final llevó al equipo al mejor puerto posible.
Ahora el tiempo corre porque hay que buscar nuevo entrenador, y por más que se mencione a Sensini, el presidente le dijo tajante a Adrián Di Blasi que en cuanto se acuerde con el nuevo conductor lo llamará, a la casa si es necesario, para decírselo.
Incluso fue optimista con el caso Elizari en cuanto a su continuidad.
Vale agregar que no es la primera vez que un técnico exitoso se va de la institución, algunas veces por decisión del profesional, como en este caso o en el de José Yudica, cuando sacó a Quilmes campeón Metropolitano 78, otras, por decisión de los dirigentes como ocurrió con Jorge Ghiso en su momento o con José Yudica.
No es fácil adaptarse al Mundo Quilmes, soportar las exigencias y demostrar realmente las propias condiciones. A veces los profesionales tropiezan con el malhumor de los hinchas, las exigencias de los dirigentes o de los propios futbolistas. No hay que olvidar que el hoy técnico de Arsenal, Gustavo Alfaro, dejó su impronta, ascendiendo al Cervecero y sumando la mejor campaña de equipo ascendido en primera división, con 60 puntos, incluso logrando la clasificación para la Copa Libertadores, y sin embargo, por uno u otro motivo, el técnico se tuvo que ir tiempo después, lo que a la larga coadyuvó para un nuevo descenso.
Hoy es el momento de capitalizar lo hecho, no enloquecerse y seguir el camino trazado, con el apuntalamiento de los juveniles, más el plantel y los que vengan por los que se vayan. Hay que ser inteligentes para caminar hacia el sueño de instituciones que se han afirmado en primera como Lanús y Velez.
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