Mañana se cumplen 39 años del fallecimiento del general Juan Domingo Perón, quien estaba en ejercicio de la presidencia de la Nación por tercer mandato.
Su esposa, Isabel Martínez, fue la encargada de anunciar a la población la muerte del líder, a la hora 13.15 de ese 1 de julio.
El deceso produjo una verdadera conmoción, que llenó de tintas los distintos medios gráficos, y de palabras y silencios los otros difusores.
Una multitud, en esos días fríos y tristes del comienzo del invierno, desfiló frente al féretro que contenía los restos del general y durante muchísimas horas se realizó un respetuoso adiós al líder del justicialismo, quien había vuelto del exilio en España como "un león herbívoro" y que sintetizó el deseo de consenso y de pacificación en el abrazo con el líder radical, Ricardo Balbín.
Precisamente, fue Ricardo Balbín el encargado de despedirlo en el Congreso con esas palabras que quedaron para la historia: "Este viejo adversario, despide a un amigo".
En este trigésimo noveno aniversario, seguramente se tendrán que poner sobre el tapete los principios que llevaron a Perón a regresar al país, sabiendo que venía a morirse en la Argentina, dispuesto a deponer los agravios y las peleas estériles para alentar un camino de paz y de reconciliación, apuntando a una Nación que mereciera ser vivida.
Su esposa, Isabel Martínez, fue la encargada de anunciar a la población la muerte del líder, a la hora 13.15 de ese 1 de julio.
El deceso produjo una verdadera conmoción, que llenó de tintas los distintos medios gráficos, y de palabras y silencios los otros difusores.
Una multitud, en esos días fríos y tristes del comienzo del invierno, desfiló frente al féretro que contenía los restos del general y durante muchísimas horas se realizó un respetuoso adiós al líder del justicialismo, quien había vuelto del exilio en España como "un león herbívoro" y que sintetizó el deseo de consenso y de pacificación en el abrazo con el líder radical, Ricardo Balbín.
Precisamente, fue Ricardo Balbín el encargado de despedirlo en el Congreso con esas palabras que quedaron para la historia: "Este viejo adversario, despide a un amigo".
En este trigésimo noveno aniversario, seguramente se tendrán que poner sobre el tapete los principios que llevaron a Perón a regresar al país, sabiendo que venía a morirse en la Argentina, dispuesto a deponer los agravios y las peleas estériles para alentar un camino de paz y de reconciliación, apuntando a una Nación que mereciera ser vivida.
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