Pasan cosas en el fùtbol argentino, algunas que nos muestran tal como somos. Mirar los afiches de supuestos "hinchas de Racing", pidiéndole al equipo que vaya para atrás ante Quilmes, dentro de unas fechas, para perjudicar al eterno rival, Independiente, entra en la dimensión de la pérdida de valores.
Por suerte ese "deseo" no se concreta en la realidad, por lo menos así fue cuando Racing fue a jugar a San Juan y le ganó a San Martín, cuando algunos de estos hinchas (?) irracionales le pedían que fuesen para atrás.
Los partidos se juegan para adelante, y eso lleva a echar por tierra las especulaciones y las maledicencias.
Muchos hablan en el fútbol argentino, algunos con idoneidad, muchos con despropósitos.
Fue poco inteligente Guillermo Marconi cuando habló de su simpatía por Independiente y que los árbitros del gremio que conduce, el SADRA, no dirijan al Rojo, poniendo a los árbitros en una situación nada cómoda.
El presidente de San Martín de San Juan se cansó de criticar a dirigentes, árbitros, etcétera, suponiendo una campaña para mandar a su institución al descenso. Por supuesto nada dijo el otro día cuando el árbitro del partido con Unión cometió fallas garrafales que determinaron el triunfo sanjuanino, en un partido que se la había complicado al equipo cuyano.
Todos hacen revolear las críticas cuando se sienten perjudicados, poco o nada dicen cuando se ven favorecidos. Y la realidad, que es la única verdad, dice que nadie desciende de un día para otro, en todo caso son seis torneos los que determinan los descensos, como le pasó a River, en su momento a Racing y San Lorenzo, y como podría ocurrirle a Independiente si no levanta cabeza en lo que resta del torneo.
Las suspicacias seguirán flotando en el ambiente futbolístico, los árbitros estarán en estas ocho fechas en el ojo de la tormenta, mucho más agrandado cuando está la televisión como una cámara implacable.
En fin, pensar en la sospecha permanente es un signo de debilidad. Generalmente se van al descenso los que hicieron los méritos necesarios, y no hay otra... Cosas veredes... fútbol argentino.
Por suerte ese "deseo" no se concreta en la realidad, por lo menos así fue cuando Racing fue a jugar a San Juan y le ganó a San Martín, cuando algunos de estos hinchas (?) irracionales le pedían que fuesen para atrás.
Los partidos se juegan para adelante, y eso lleva a echar por tierra las especulaciones y las maledicencias.
Muchos hablan en el fútbol argentino, algunos con idoneidad, muchos con despropósitos.
Fue poco inteligente Guillermo Marconi cuando habló de su simpatía por Independiente y que los árbitros del gremio que conduce, el SADRA, no dirijan al Rojo, poniendo a los árbitros en una situación nada cómoda.
El presidente de San Martín de San Juan se cansó de criticar a dirigentes, árbitros, etcétera, suponiendo una campaña para mandar a su institución al descenso. Por supuesto nada dijo el otro día cuando el árbitro del partido con Unión cometió fallas garrafales que determinaron el triunfo sanjuanino, en un partido que se la había complicado al equipo cuyano.
Todos hacen revolear las críticas cuando se sienten perjudicados, poco o nada dicen cuando se ven favorecidos. Y la realidad, que es la única verdad, dice que nadie desciende de un día para otro, en todo caso son seis torneos los que determinan los descensos, como le pasó a River, en su momento a Racing y San Lorenzo, y como podría ocurrirle a Independiente si no levanta cabeza en lo que resta del torneo.
Las suspicacias seguirán flotando en el ambiente futbolístico, los árbitros estarán en estas ocho fechas en el ojo de la tormenta, mucho más agrandado cuando está la televisión como una cámara implacable.
En fin, pensar en la sospecha permanente es un signo de debilidad. Generalmente se van al descenso los que hicieron los méritos necesarios, y no hay otra... Cosas veredes... fútbol argentino.
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