La elección de monseñor Bergoglio como Papa es una nueva demostración de la capacidad argentina para alcanzar grandes metas o logros. Si bien no caben las comparaciones, la realidad es que muy pronto nuestro país tendrá su reina, Máxima, de Holanda, y si se habla de fútbol, Messi se encarga de ocupar las planas de todos los medios del mundo (como en su momento fue Diego Maradona en los 80).-
Los argentinos tenemos capacidad individual, quizás nos falte espíritu de equipo, pero este envión que significa la elección del Papa puede ser el gran estimulante para avivar el fuego colectivo y poder llenar la Argentina con un espíritu solidario, que alcance a todos, pensando que la Patria siempre está por encima de cualquiera.
Con sus primeros movimientos, con sus actitudes -que no son nuevas porque ahora se van descubriendo en la medida en que el periodismo hurga en todo lo que tiene que ver con el cardenal Bergoglio y su historia- el hoy Francisco I parece querer demostrar que hay un mundo posible, y como señaló un sacerdote que conoce bastante al nuevo Papa, Dios comete estas locuras, que no son ni más ni menos que pequeñas señales para grandes metas. Ojalá que el mundo lo entienda y que el tiempo sirva para demostrar que el Papa ha sido capaz de devolver a la Iglesia su lugar en el mundo, directamente ligado a la buena nueva que trajo Cristo hace dos mil años.
Los argentinos tenemos capacidad individual, quizás nos falte espíritu de equipo, pero este envión que significa la elección del Papa puede ser el gran estimulante para avivar el fuego colectivo y poder llenar la Argentina con un espíritu solidario, que alcance a todos, pensando que la Patria siempre está por encima de cualquiera.
Con sus primeros movimientos, con sus actitudes -que no son nuevas porque ahora se van descubriendo en la medida en que el periodismo hurga en todo lo que tiene que ver con el cardenal Bergoglio y su historia- el hoy Francisco I parece querer demostrar que hay un mundo posible, y como señaló un sacerdote que conoce bastante al nuevo Papa, Dios comete estas locuras, que no son ni más ni menos que pequeñas señales para grandes metas. Ojalá que el mundo lo entienda y que el tiempo sirva para demostrar que el Papa ha sido capaz de devolver a la Iglesia su lugar en el mundo, directamente ligado a la buena nueva que trajo Cristo hace dos mil años.
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