HOLA, SOY JORGE...

El Papa Francisco sigue mostrando gestos, que sirven para justificar el entusiasmo que en todo el mundo generó su designación.
El Papa argentino llamó a amigos en Resistencia, Chaco, para interesarse en la salud de un prelado. Así lo contó el sacerdote que atendió el llamado y que al principio no entendía quién hablaba y le decía: Hola, soy Jorge..
Era el Sumo Pontífice y su enorme generosidad.
Mucho podría decirse en esta previa de la Semana Santa del Santo Padre, incluso habría que pensar qué diría el inolvidable Tato Bores, en sus famosos diálogos teléfonicos, si hasta se podría imaginar diálogos desopilantes con Bergoglio, con todo el carisma y la frescura del popular actor.
Ojalá, vale repetirlo cuantas veces se pueda, este aire fresco que se vive en la Iglesia católica, que ha contagiado a todos, sirva para renovar los espíritus, dejar de lado la crispación y apostar a la otra mejilla, el gran mensaje de Jesús hace dos mil años.

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