En un artículo publicado por la agencia Gorosito Sur el ex diputado nacional y ex embajador argentino en el Vaticano, el abogado quilmeño Carlos Custer subraya la designación de un argentino como Papa, destacando que fue un hecho inédito porque un hombre del tercer mundo, de América Latina y de Argentina hoy se convierte en el conductor de la la Iglesia Católica.
Agrega Custer que muchos amigos, agnósticos o de otros cultos, le comunicaron su sorpresa por el nombramiento. "Se desconocen los méritos de Bergoglio, su elección trasciende su persona y puede significar -esperemos que así sea- que estemos ante un cambio importante".
El cardenal Jorge Bergoglio, dice Custer, fue cuestionado por una minoría "pero es innegable su presencia activa junto a las grandes manifestaciones populares. Las multitudinarias marchas a Luján, las misas en San Cayetano, su respaldo a la labor de curas villeros, las víctimas de Cromañón, la tragedia de Once y su permanente denuncia contra la droga, las mafias, la trata de personas y la esclavitud laboral fueron algunos de los temas de estricta actualidad que lo tuvieron de cuerpo presente con la palabra y la acción, algo que es reconocido por propios y extraños.
"Nunca escatimó en participar en estos casi treinta años de democracia de las grandes manifestaciones sociales que subsisten en el país con enorme potencia. Ha sido un defensor, como él decía, de los jóvenes y de nuestros viejos. Hoy conduce la Barca de Pablo, esa enorme Iglesia que tiene 1200 millones de fieles en todo el mundo,casi 5000 obispos, alrededor de 1300 universidades católicas y una enorme red de servicios asistenciales.
Concluye Custer: "El nuevo Papa debe asumir además la responsabilidad de iniciar y alentar los cambios que la Iglesia, fiel a los postulados evangélicos, tiene que llevar adelante para concretar el mensaje de Cristo y la opción preferencial por los pobres, denunciando la injusticia, al explotación, el capitalismo depredador, la discriminación y la marginalidad. Una Iglesia más pastoral, y menos jerárquica, con un mayor sentido colegiado, con participación de las mujeres y de los jóvenes.
Agrega Custer que muchos amigos, agnósticos o de otros cultos, le comunicaron su sorpresa por el nombramiento. "Se desconocen los méritos de Bergoglio, su elección trasciende su persona y puede significar -esperemos que así sea- que estemos ante un cambio importante".
El cardenal Jorge Bergoglio, dice Custer, fue cuestionado por una minoría "pero es innegable su presencia activa junto a las grandes manifestaciones populares. Las multitudinarias marchas a Luján, las misas en San Cayetano, su respaldo a la labor de curas villeros, las víctimas de Cromañón, la tragedia de Once y su permanente denuncia contra la droga, las mafias, la trata de personas y la esclavitud laboral fueron algunos de los temas de estricta actualidad que lo tuvieron de cuerpo presente con la palabra y la acción, algo que es reconocido por propios y extraños.
"Nunca escatimó en participar en estos casi treinta años de democracia de las grandes manifestaciones sociales que subsisten en el país con enorme potencia. Ha sido un defensor, como él decía, de los jóvenes y de nuestros viejos. Hoy conduce la Barca de Pablo, esa enorme Iglesia que tiene 1200 millones de fieles en todo el mundo,casi 5000 obispos, alrededor de 1300 universidades católicas y una enorme red de servicios asistenciales.
Concluye Custer: "El nuevo Papa debe asumir además la responsabilidad de iniciar y alentar los cambios que la Iglesia, fiel a los postulados evangélicos, tiene que llevar adelante para concretar el mensaje de Cristo y la opción preferencial por los pobres, denunciando la injusticia, al explotación, el capitalismo depredador, la discriminación y la marginalidad. Una Iglesia más pastoral, y menos jerárquica, con un mayor sentido colegiado, con participación de las mujeres y de los jóvenes.
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