Ya pasó Boca y todo su entorno y ya Quilmes se prepara para recibir el miércoles a Tigre y el domingo a All Boys, dos rivales difíciles, pero a los que hay que ganarles para recuperar terreno en la lucha por la permanencia.
Quilmes estuvo a un pasito de hacer historia en la Bombonera, donde sólo ganó una vez hace 37 años y donde siempre le costó. Pero en esta ocasión ganaba 2 a 0 en un momento y cuando estaba 2 a 2 tuvo la gran ocasión del penal en los pies de Cauteruccio, y Orión salvó al boquense, para darle la oportunidad de terminar ganando con el golazo de Burdisso.
Lógicamente, la derrota duele porque el visitante tenía todas las cartas para quedarse con los tres puntos o uno al menos y se fue sin nada, incluso con la bronca de los hinchas, que después desataron sus ánimos en las radios locales.
Los dardos fueron para el técnico y para determinados jugadores, entre ellos el pobre Cauteruccio que sumó un nuevo capítulo a su telenovela del verano, con el frustrado pase a Independiente.
Al técnico De Felippe muchos lo quieren afuera, enojados porque declaró que debieron ser inteligentes cuando ganaban por dos goles, y dejaron que Boca se viniera en el complemento.
Por supuesto, duele perder así frente a una jornada que pudo ser histórico. Pero ya está, y no se puede llorar sobre la leche derramada.
Hay que mirar hacia adelante porque el fútbol, por suerte, da rápida revancha, el próximo miércoles primero y el domingo después, en ambas oportunidades en casa. En Quilmes el Cervecero se tiene que volver imbatible y cuando deba jugar afuera, deberá asumir la actitud de la Bombonera, aunque con mayor inteligencia si se dan las cosas igual.
Hay que tomar los datos positivos y corregir los errores. Ahora se vienen compromisos duros, el primero con este increíble Tigre que viene de ganarle a Estudiantes en La Plata, con mucha autoridad y con el momento del pibe Botta, que está intratable.
Por otro lado, y aunque suene a consuelo, hay que tener en cuenta que a priori Boca era un partido perdible, por la vuelta de Bianchi, la presencia de Riquelme en las tribunas, el entorno y todo lo que se habló. Habría que imaginar qué hubiera pasado si Cauteruccio concreta el penal...pero eso entra en las suposiciones. La realidad es diferente y frente a ella hay poco tiempo para recuperarse y buscar ante Tigre lo que se perdió con Boca.
Quilmes estuvo a un pasito de hacer historia en la Bombonera, donde sólo ganó una vez hace 37 años y donde siempre le costó. Pero en esta ocasión ganaba 2 a 0 en un momento y cuando estaba 2 a 2 tuvo la gran ocasión del penal en los pies de Cauteruccio, y Orión salvó al boquense, para darle la oportunidad de terminar ganando con el golazo de Burdisso.
Lógicamente, la derrota duele porque el visitante tenía todas las cartas para quedarse con los tres puntos o uno al menos y se fue sin nada, incluso con la bronca de los hinchas, que después desataron sus ánimos en las radios locales.
Los dardos fueron para el técnico y para determinados jugadores, entre ellos el pobre Cauteruccio que sumó un nuevo capítulo a su telenovela del verano, con el frustrado pase a Independiente.
Al técnico De Felippe muchos lo quieren afuera, enojados porque declaró que debieron ser inteligentes cuando ganaban por dos goles, y dejaron que Boca se viniera en el complemento.
Por supuesto, duele perder así frente a una jornada que pudo ser histórico. Pero ya está, y no se puede llorar sobre la leche derramada.
Hay que mirar hacia adelante porque el fútbol, por suerte, da rápida revancha, el próximo miércoles primero y el domingo después, en ambas oportunidades en casa. En Quilmes el Cervecero se tiene que volver imbatible y cuando deba jugar afuera, deberá asumir la actitud de la Bombonera, aunque con mayor inteligencia si se dan las cosas igual.
Hay que tomar los datos positivos y corregir los errores. Ahora se vienen compromisos duros, el primero con este increíble Tigre que viene de ganarle a Estudiantes en La Plata, con mucha autoridad y con el momento del pibe Botta, que está intratable.
Por otro lado, y aunque suene a consuelo, hay que tener en cuenta que a priori Boca era un partido perdible, por la vuelta de Bianchi, la presencia de Riquelme en las tribunas, el entorno y todo lo que se habló. Habría que imaginar qué hubiera pasado si Cauteruccio concreta el penal...pero eso entra en las suposiciones. La realidad es diferente y frente a ella hay poco tiempo para recuperarse y buscar ante Tigre lo que se perdió con Boca.
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