QUILMES, AHORA LO MAS DIFICIL

El fútbol sigue siendo el deporte más impensado, y el resultado es una circunstancia que mantiene en vilo hasta el final.
Así podría sintetizarse el electrizante partido que jugaron Quilmes y Colón en el Centenario, que terminó con un justo empate 2 a 2, aunque el Cervecero se fue masticando la bronca porque la igualdad allegó en los últimos minutos, cuando Quilmes ganaba 2 a 0 y parecía tener todo resuelto.
Sin embargo, el local se durmió y en una ráfaga el santafesino llegó a la igualdad.
Fue un partido intenso, raro, e increíble. Colón fue muy superior en el primer tiempo, y sin embargo terminó perdiendo 2 a 0, con un Quilmes que aprovechó la pelota parada después de la pegada de Pablo Lima, primero vía Cobo y luego a través de Goñi.
En el complemento pareció comenzar a justificar la victoria el local, pero se quedó en los últimos minutos. Colón fue a buscar su suerte y terminó llegando al empate, que había merecido mucho antes, al menos en el primer tiempo.
Así hubo reparto, justicia en el resultado, y por supuesto bronca y preocupación en los Cerveceros, que se podían haber quedado con los tres puntos -se sabe que no siempre los merecimientos se apuntan en el resultado- pero que pagó caro su quedo final.
 Atrás quedó Colón -un equipo con excelente plantel, y que siempre deja pedaleando en el aire a su gente, porque tiene como para estar mucho más arriba en la tabla- y ahora Quilmes deberá subir la cuesta, porque se vienen tres partidos ante los que mandan. El primero, el viernes en el siempre inexpugnable reducto del Parque Independencia, ante el líder Newell`s. Quilmes como punto y tratará de ser banca, aunque tendrá que mejorar muchísimo en defensa si supone que puede hacerle fuerza al rojinegro.
Después vendrá al Centenario el poderoso Velez, que acaba de golear a Arsenal en Sarandí y que demostró estar en condiciones de pelear por el título.
Y como si eso fuera poco, en la fecha siguiente el Decano tendrá que visitar a Racing en el Cilindro de Avellaneda... En fin 9 puntos muy difíciles, que pueden ser derrotas y comenzar a generar el famoso runrun del patético fútbol argentino.
Omar De Felippe lo sabe y desde hoy debe trabajar para devolver la confianza al equipo, golpeado sin duda por la manera de resolución del partido de ayer, pero más que nada por las enormes grietas que mostró el equipo en todas sus líneas, sintiendo quizás como nunca el mal de ausencias, algunas imposibles de llenar (Caneo, Garnier, Telechea, lesionados), otras obligadas como la de Joel Carli (!cómo se lo extrañó!) por haber llegado a las cinco amarillas y otras subsanables, como la presencia del propio Cauteruccio, seguramente no en su plenitud física.
¿Podrá Quilmes llegar al menos a los 20 puntos al final de esta rueda...) Hay que recordar que además de los adversarios mencionados, Quilmes recibirá a Arsenal, visitará a Godoy Cruz y concluirá de local ante Tigre.

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