QUILMES, BALANCE DE UN ASCENSO

Quilmes sumó un ascenso más en su historia, y todos esperan que sea el último para instalarse en primera por muchísimos años.
Atrás quedaron los ascensos de 1949 -para muchos uno de los mejores equipos de la historia, con Santiago, Paraja, Cantatore, entre otros-, el de 1961, 1965, 1975 -el equipo de Antonio D`Accorso era temible, con sólo dos caidas en todo el torneo-, el de 1981 con José Yudica, el de 1986 (con Zuccarelli y Trullet, aunque en este caso de la B a la B Nacional), 1991 -la única vez que ascendió con un técnico hincha del club, que vivía a pocas cuadras del viejo estadio de Guido y Sarmiento, nada menos que el gallego Hugo Manuel Garcia- 2003 con Gustavo Alfaro -un equipo que en su primera temporada en Primera sumó 60 puntos y llegó a la Copa Libertadores para jugar con el poderoso San Pablo- 2010, con Jorge Ghiso y ahora 2012 con Omar De Felippe (equipo formado por Ricardo Caruso Lombardi, quien se fue en la fecha 26 y terminó por ser muy criticado por los hinchas, que ayer se acordaron del hoy conductor de San Lorenzo).
 Hoy es el momento del festejo, de la alegría del retorno y demás. Desde mañana habrá que pensar en lo que empieza en agosto. El presidente de Quilmes, y en general el hincha, imaginan que esta vez se aprenderá de los errores del pasado, fundamentalmente en cuanto a mantener la gran base de este equipo para no cometer el error de siempre de traer una ponchada de jugadores, lo que al final se paga caro.
 La historia está repleta de frustraciones por errores cometidos al llegar a primera. No hay que dejarse llevar por la tentación de traer estrellas, que al final terminan apagadas y contribuyen para la frustración.
 Quilmes necesita apoyarse en sus inferiores, mirar lo que tiene, que con 72 puntos demostró estar capacitado para jugar en Primera de igual a igual con cualquiera.
La campaña del Cervecero en el Nacional B fue magnífica, con 20 victorias 12 empates y sólo 6 derrotas (únicamente dos en la segunda rueda, ante Ferro y Central). En la primera ronda había perdido de local con Desamparados y de visitante con Boca Unidos, Defensa y Patronato.
 Anotó 62 goles (sólo River lo superó con 66) y le hicieron 21 (fue la defensa menos vencida).
 Contó con goleadores como Telechea, Cauteruccio y el propio Caneo, sin duda el jugador diferente, y dio la ventaja de resignar al goleador Telechea por una grave lesión, pero ahí aparecieron otros, entre ellos el que llegó de Velez, el pibe Rescaldani. Casi todos los jugadores se anotaron en la lista de ser romperredes, lo que demuestra que hubo posibilidades para todos.
 A la hora del ascenso, muchas historias pasan por la mente. Recuerdos de las promociones perdidas -una de ellas con Belgrano en el 2000, el mismo año en que moría en Berazategui el cantante Rodrigo- cuando Quilmes ganó su primer partido 3 a 1 y fue a Córdoba con la posibilidad de ascender incluso perdiendo por un gol. Pero ganó Belgrano 3 a 1 con aquel gol final de Chiche Sosa, y la desazón por doquier para la tribuna cervecera que en gran número ocupó la tribuna visitante del mundialista de la Docta.
 En aquella oportunidad, quizás como nunca, se marcaron las divisiones entre cuerpo técnico, futbolistas, dirigentes. En Carlos Paz donde el plantel estaba concentrado, los futbolistas y el cuerpo técnico no contaron con la presencia de algún dirigente dando el apoyo.
 Y eso se repitió en muchas oportunidad. Entre esas malas de la historia, de la que se debe aprender la lección, hay que recordar que un día el presidente Meiszner anunció la incorporación del Bambino Veira como técnico, incluso se hizo la conferencia de prensa. Todo quedó ahí en el aire, porque el técnico finalmente se fue cuando se dio cuenta que no le iban a traer las "estrellas" que pretendía.
 Hoy es otro tiempo. El presidente Aníbal Fernández, quien -justo es reconocerlo- se cansó de repetir que Quilmes iba por todo en este tramo, cuando la gran mayoría pensaba en el rival de la Promoción, se encargó de anunciar que los tiempos han cambiado. El mejor refuerzo de Quilmes es este equipo dijo el dirigente Silvetti, por lo que se va a tratar de mantener a la mayoría.
 La base está, con creces. A esa hay que sumarle elementos del selectivo y de los juveniles que puedan alternar con el plantel profesional.
 Lógicamente, todo eso se irá plasmando en la pretemporada que se hará en Mar del Plata.
Un párrafo para el técnico Omar De Felippe. El ex combatiente ganó la batalla del ascenso con bajo perfil. Aquí vale recordar unas palabras del delantero Delorte, quien lo tuvo en Olimpo y supo destacar la jerarquía profesional del técnico.
Para quienes creían que el exceso de exposición mediática de Caruso Lombardi podía producir un crack ante su brusca ida a San Lorenzo, comparando con la personalidad de De Felippe, el propio técnico respondió con un ascenso, no sin reconocer el aporte de su antecesor.
Hoy es tiempo de festejo, ya vendrá el momento de la reflexión y de planificar lo que viene.
 Por ahora hay que pensar en la convocatoria para mañana a las 17 en el Estadio Centenario para festejar este logro. Y por más que River, que volvió a Primera y se "come" toda la información de los medios, Quilmes también regresó a la división superior. Ojalá sea para nunca más volver. Quilmes debe afirmarse en la nueva categoría, y como primer objetivo, tratar de consolidarse cinco años en esta división, donde no pudo en toda la historia mantenerse por más de ese lapso. Ahora es el momento de cambiar la historia.
 La gente así lo entiende, esa misma que produjo un record en Puerto Madryn, con una tribuna que parecía el Centenario.

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