El destacado cantor y humorista Rodolfo Zapata cumplirá 80 años el próximo 10 de mayo, hijo de Rodolfo Zapata, de La Paz (Entre Ríos), y de Dora Sarmiento (una tucumana de Villa Alberdi).
A los diez años estudió danzas y folklore en el Conservatorio Nacional con el profesor Antonio Barceló y guitarra clásica con el maestro Florencio Burocco, y teatro con Salvador del Priore (el inolvidable Juancho).
Zapata no oculta su pasión por el Globo (su hijo incluso jugó en Huracán de Parque Patricios).
En 1949 actuó en la película "Crisol de hombres" con Fernando Ciro, Alberto Anchart (h) y Pedro Maratea.
En la película "Vidalita" doblólos pies de Mirtha Legrand, bailando malambo (Mirtha vestida de gauchito).
Oscar Valicelli lo llevó para el que sería su debut profesional con la compañía de Olinda Bozán, Francisco Alvarez, Diana Maggi, Oscar Valicelli, en la comedia Adiós plata mía.
Su mayor éxito lo escribió en 1961 con "La gorda"... ese famoso "señores yo soy flaco, pero de corazón tierno, y tengo una novia gorda para pasar el invierno", esa chacarera que recorrió el país y que cantaron distintas generaciones. La gorda tenía música de Ernesto Cabeza, inolvidable integrante de Los Chalchaleros.
Zapata debutó en Radio Belgrano, acompañando con su guitarra Catalina, en la Audición Federal, con Julio Sosa en televisión en los Sábados Circulares de Pipo Mancera.
En 1964 hizo temporada teatral en el Astral, con Buenas Noches Buenos Aires, con Hugo del Carril, Mariano Mores, Virginia Luque, Héctor Gagliardi, Susy Leiva, Beba Bidart, Juan Verdaguer, Tito Lusiardo y el ballet de Víctor Ayos.
En 1965 grabó la Gorda, No vamo a trabajar, Regalito y los volúmenes de las primeras picardías cantadas con el acompañamiento de gran orquesta.
Al año siguiente `protagonizo la película La gorda, con Nelly Beltrán, Marta González y Eddie Pequenino. Tres años más tarde protagonizó Un gaucho con plata, película con Fidel Pintos, Susana Brunetti y Horacio Bruno.
Una carrera artística brillante encierra la vida de este artista que está a un pasito de las ocho décadas. Alguna vez se postuló, artísticamente hablando, como candidato a presidente, con su show a todo trapo. Compartir la alegría, es la gran propuesta de Rodolfo Zapata que se acerca a los 80.
A los diez años estudió danzas y folklore en el Conservatorio Nacional con el profesor Antonio Barceló y guitarra clásica con el maestro Florencio Burocco, y teatro con Salvador del Priore (el inolvidable Juancho).
Zapata no oculta su pasión por el Globo (su hijo incluso jugó en Huracán de Parque Patricios).
En 1949 actuó en la película "Crisol de hombres" con Fernando Ciro, Alberto Anchart (h) y Pedro Maratea.
En la película "Vidalita" doblólos pies de Mirtha Legrand, bailando malambo (Mirtha vestida de gauchito).
Oscar Valicelli lo llevó para el que sería su debut profesional con la compañía de Olinda Bozán, Francisco Alvarez, Diana Maggi, Oscar Valicelli, en la comedia Adiós plata mía.
Su mayor éxito lo escribió en 1961 con "La gorda"... ese famoso "señores yo soy flaco, pero de corazón tierno, y tengo una novia gorda para pasar el invierno", esa chacarera que recorrió el país y que cantaron distintas generaciones. La gorda tenía música de Ernesto Cabeza, inolvidable integrante de Los Chalchaleros.
Zapata debutó en Radio Belgrano, acompañando con su guitarra Catalina, en la Audición Federal, con Julio Sosa en televisión en los Sábados Circulares de Pipo Mancera.
En 1964 hizo temporada teatral en el Astral, con Buenas Noches Buenos Aires, con Hugo del Carril, Mariano Mores, Virginia Luque, Héctor Gagliardi, Susy Leiva, Beba Bidart, Juan Verdaguer, Tito Lusiardo y el ballet de Víctor Ayos.
En 1965 grabó la Gorda, No vamo a trabajar, Regalito y los volúmenes de las primeras picardías cantadas con el acompañamiento de gran orquesta.
Al año siguiente `protagonizo la película La gorda, con Nelly Beltrán, Marta González y Eddie Pequenino. Tres años más tarde protagonizó Un gaucho con plata, película con Fidel Pintos, Susana Brunetti y Horacio Bruno.
Una carrera artística brillante encierra la vida de este artista que está a un pasito de las ocho décadas. Alguna vez se postuló, artísticamente hablando, como candidato a presidente, con su show a todo trapo. Compartir la alegría, es la gran propuesta de Rodolfo Zapata que se acerca a los 80.
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