QUILMES PIENSAN EN DESAMPARADOS

Pasó Chacarita, pasó el susto y ya Quilmes se prepara para viajar el sábado a San Juan, para jugar el domingo 6 de mayo a las 16 con Desamparados (curiosamente, el primero que le ganó al Cervecero en el Centenario en el torneo).
Quilmes necesita recomponer sus fuerzas, solidificar su estructura para llegar a San Juan con una apuesta que no tiene otro objetivo que no sea la victoria.
Después de los resultados del fin de semana, se valora mucho más la victoria ante el Funebrero, porque hoy manda Instituto con 62 puntos, seguido por River y Central con 59, Quilmes está cuarto con 55. Es decir que si todavía quedan ilusiones de ascenso directo no hay posibilidades siquiera de empatar en San Juan.
Por supuesto, no será fácil la contienda porque el sanjuanino lucha por la permanencia y viene de perder el clásico en Mendoza con Independiente Rivadavia.
Quilmes tendrá que demostrar que está más cerca del equipo de hace unas fechas -ese que goleó en Tucumán o en el Centenario ante Independiente Rivadavia y Aldosivi- que del de las últimas jornadas, cuando perdió de local con Central y de visitante con Patronato, incluso el que le ganó con mucho susto a Chacarita con un penal, que concretó Miguel Caneo.
 Hoy hablaba por El sabor del deporte el técnico Omar De Felippe, quien coincidía que el equipo no había jugado bien ante Chaca, pero había que ganar... y se ganó, incluso como sea.
Pero, según el entendimiento del técnico, se debe superar la crisis que significa desde ya el cambio de técnico. Ya no está más Ricardo Caruso, quien llevó su onda mediática y su motivación a San Lorenzo, y le está yendo bárbaro -el domingo tiene una dura apuesta en Floresta con All Boys- y hoy el plantel tiene que adaptarse a lo que De Felippe manda. En ese sentido, hay que esperar que los futbolistas entiendan rápidamente el nuevo mensaje, para evitar las confusiones que aparecieron en los últimos encuentros.
 Desamparados, seguramente, saldrá dispuesto a quemar las naves. Quilmes tendrá que estar atento, no cometer errores y apostar a la contra para definir un partido, que tendría que demostrar el porqué de las diferencias en la tabla, aunque en estas instancias suelen aparecer sorpresas, porque están los que luchan por ascender o llegar a la promoción arriba, y los que desde abajo, buscan sumar para salir del descenso directo o de la promoción. Eso determina que estas siete fechas que restan aparezcan cada vez como un desafío, donde no vale confiarse y tomar cada partido como una final.

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