El lunes es la cita, a las 18.15: Quilmes recibe a Defensa y Justicia en un clásico zonal, que sin duda atrapa. Más allá de ser un día y horario laborable se espera una buena concurrencia de hinchas Cerveceros, teniendo en cuenta que Quilmes comienza una serie de seis partidos, para decidir si pelea por el ascenso directo o deben conformarse con la Promoción.
La derrota de Gimnasia en Mendoza -2 a 1 frente a Independiente Rivadavia- alejó bastante las posibilidades del tripero de pelear por el cuarto lugar, que hoy ocupa Quilmes.
Queda saber qué puede pasar con los otros que pelean por ese lugar: Aldosivi, que mañana a la mañana recibe al encumbrado Central y Boca Unidos, que en Corrientes espera al líder Instituto.
Agreguemos que esta tarde en Tucumán, River buscará la punta, al menos por un rato, frente a Atlético.
Si Quilmes piensa en el ascenso directo debe sumar entre 13 y 15 puntos de los 18 que restan, lo que significa lisa y llanamente que de local no puede resignar siquiera una unidad.
Por cierto, no será fácil la contienda, más allá de que Defensa no contará con su público (recordemos que en Varela ganó el Halcón sin público visitante).
Habrá que ver qué Quilmes aparecerá en el Centenario. No hay que olvidar que fue un equipo irresoluto el que perdió con Central y no conformó, más allá del resultado, el que el ganó a Chacarita. Todo el segundo tiempo el Tricolor lo jugó en campo quilmeño y si bien no terminó lastimando, dejó una sensación amarga en el público local.
Pero en la fecha anterior Quilmes se recuperó en San Juan ante Desamparados (en la primera rueda habían ganado los sanjuaninos) y ese dato ha servido para que se viviera una larga semana tranquila, que debe consolidarse con una buena actuación el lunes, la única manera de apostar a la ansiada victoria.
Defensa toma este partido como una final, no sólo porque es la última posibilidad de ilusionarse con la lucha por el cuarto lugar sino porque siempre ganarle a Quilmes vale doble.
En ese sentido, Quilmes tendrá la responsabilidad mayor y Defensa estará más tranquilo, tratando de aprovechar esa circunstancia para que Quilmes se contagie de ese especial mundo del murmullo que aparece cuando el equipo no responde y cuando los goles no llegan rápidamente (tendría que haberse aprendido la lección que un gol vale lo mismo en cualquier momento del partido).
Mauro Vigliano será el árbitro y habrá que esperar que se termine hablando de fútbol, del partido, de las jugadas y no del hombre encargado de dirigir.
La derrota de Gimnasia en Mendoza -2 a 1 frente a Independiente Rivadavia- alejó bastante las posibilidades del tripero de pelear por el cuarto lugar, que hoy ocupa Quilmes.
Queda saber qué puede pasar con los otros que pelean por ese lugar: Aldosivi, que mañana a la mañana recibe al encumbrado Central y Boca Unidos, que en Corrientes espera al líder Instituto.
Agreguemos que esta tarde en Tucumán, River buscará la punta, al menos por un rato, frente a Atlético.
Si Quilmes piensa en el ascenso directo debe sumar entre 13 y 15 puntos de los 18 que restan, lo que significa lisa y llanamente que de local no puede resignar siquiera una unidad.
Por cierto, no será fácil la contienda, más allá de que Defensa no contará con su público (recordemos que en Varela ganó el Halcón sin público visitante).
Habrá que ver qué Quilmes aparecerá en el Centenario. No hay que olvidar que fue un equipo irresoluto el que perdió con Central y no conformó, más allá del resultado, el que el ganó a Chacarita. Todo el segundo tiempo el Tricolor lo jugó en campo quilmeño y si bien no terminó lastimando, dejó una sensación amarga en el público local.
Pero en la fecha anterior Quilmes se recuperó en San Juan ante Desamparados (en la primera rueda habían ganado los sanjuaninos) y ese dato ha servido para que se viviera una larga semana tranquila, que debe consolidarse con una buena actuación el lunes, la única manera de apostar a la ansiada victoria.
Defensa toma este partido como una final, no sólo porque es la última posibilidad de ilusionarse con la lucha por el cuarto lugar sino porque siempre ganarle a Quilmes vale doble.
En ese sentido, Quilmes tendrá la responsabilidad mayor y Defensa estará más tranquilo, tratando de aprovechar esa circunstancia para que Quilmes se contagie de ese especial mundo del murmullo que aparece cuando el equipo no responde y cuando los goles no llegan rápidamente (tendría que haberse aprendido la lección que un gol vale lo mismo en cualquier momento del partido).
Mauro Vigliano será el árbitro y habrá que esperar que se termine hablando de fútbol, del partido, de las jugadas y no del hombre encargado de dirigir.
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