Pichi, el canillita de Andrés Baranda y República del Líbano, tiene la sabiduría de la experiencia que dan los años. Cuervo de siempre, esta mañana contaba que no le parecía que sería fácil el enfrentamiento de San Lorenzo con el casi descendido Olimpo en el Nuevo Gasómetro. Y relataba que en aquel año en que San Lorenzo jugó en la B y colmaba estadios, le tocó jugar con Talleres de Escalada. Todos hablaban de la goleada que se mandaría el Santo y sin embargo comenzó ganando el de Escalada... y San Lorenzo empató con mucho esfuerzo sobre el final.
Para quienes le decíamos que hoy San Lorenzo ganaba con facilidad, Caruso mediante, él recordaba ese antecedente. Dicho y hecho. Olimpo se puso en ventaja y San Lorenzo empató a la carga Barracas en minutos de descuento, y festejó la igualdad como si fuera una victoria.
Claro, mañana se transformará en sabalero, haciendo rimar Colón con Ciclón, porque el de Santa Fe recibe a Tigre y si el de Victoria logra idem, habrá alcanzado a San Lorenzo en el promedio.
Caruso Lombardi se volvió loco después de tanto sufrimiento, incluso cuando el árbitro Luis Alvarez no cobró penal una presunta falta a Chavez del arquero de los bahienses.
En Quilmes muchos festejaron el gol de Olimpo, porque al polémico técnico lo llaman traidor... aunque Aníbal Fernández se encargó de repetir por enésima vez que el coach estaba decidido a dar el salto y no había que evitarlo.
Para quienes le decíamos que hoy San Lorenzo ganaba con facilidad, Caruso mediante, él recordaba ese antecedente. Dicho y hecho. Olimpo se puso en ventaja y San Lorenzo empató a la carga Barracas en minutos de descuento, y festejó la igualdad como si fuera una victoria.
Claro, mañana se transformará en sabalero, haciendo rimar Colón con Ciclón, porque el de Santa Fe recibe a Tigre y si el de Victoria logra idem, habrá alcanzado a San Lorenzo en el promedio.
Caruso Lombardi se volvió loco después de tanto sufrimiento, incluso cuando el árbitro Luis Alvarez no cobró penal una presunta falta a Chavez del arquero de los bahienses.
En Quilmes muchos festejaron el gol de Olimpo, porque al polémico técnico lo llaman traidor... aunque Aníbal Fernández se encargó de repetir por enésima vez que el coach estaba decidido a dar el salto y no había que evitarlo.
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