Mañana se cumple un nuevo aniversario -el 17- de la inauguración del Estadio Centenario del Quilmes AC. Y nuevamente, como otrora, los fantasmas aparecen por doquier para rodear el presente del Cervecero en el torneo de la Primera B Nacional.
Quilmes estaba cuarto con el técnico Ricardo Caruso Lombardi, cuando casi impensadamente, o mejor dicho con mucha razón, el DT se fue a San Lorenzo. El presidente del club aceptó esta posibilidad porque entendió que era una manera de sanear la economía de la entidad, y habilitó la llegada de Omar De Felippe, pareciendo que no habría cambios en el cambio, vaya paradoja y reiteración.
Pero no ha sido así, al menos en estos primeros partidos del nuevo cuerpo técnico: tres derrotas en cuatro partidos (incluido el que se jugó con River por la Copa Argentina).
Omar De Felippe debe estar preocupado después de la caida en Paraná, máxime como se dio el encuentro, con Quilmes jugando muchos minutos con un hombre de más que el rival.
¿Y ahora qué? El próximo rival, aparentemente, es el más débil de todos, pero no por eso será el más fácil, sobre todo porque Chacarita está jugándose la permanencia y cambió su técnico ... para zafar.
Entonces, con este clima, tan repetido en el mundo Quilmes -antes con el presidente José Luis Meiszner, ahora con Aníbal Fernández- los fantasmas históricos aparecen en el Centenario como siempre.
El futuro surge con todos los interrogantes a cuestas y la gran pregunta es ésta, aunque se lleven seis puntos sobre los quintos:¿se podrá recuperar la mística, la confianza en las propias fuerzas, etcétera?
De lo contrario, se vienen tiempos muy difíciles.... como ayer, como hoy...¿como siempre?
Quilmes estaba cuarto con el técnico Ricardo Caruso Lombardi, cuando casi impensadamente, o mejor dicho con mucha razón, el DT se fue a San Lorenzo. El presidente del club aceptó esta posibilidad porque entendió que era una manera de sanear la economía de la entidad, y habilitó la llegada de Omar De Felippe, pareciendo que no habría cambios en el cambio, vaya paradoja y reiteración.
Pero no ha sido así, al menos en estos primeros partidos del nuevo cuerpo técnico: tres derrotas en cuatro partidos (incluido el que se jugó con River por la Copa Argentina).
Omar De Felippe debe estar preocupado después de la caida en Paraná, máxime como se dio el encuentro, con Quilmes jugando muchos minutos con un hombre de más que el rival.
¿Y ahora qué? El próximo rival, aparentemente, es el más débil de todos, pero no por eso será el más fácil, sobre todo porque Chacarita está jugándose la permanencia y cambió su técnico ... para zafar.
Entonces, con este clima, tan repetido en el mundo Quilmes -antes con el presidente José Luis Meiszner, ahora con Aníbal Fernández- los fantasmas históricos aparecen en el Centenario como siempre.
El futuro surge con todos los interrogantes a cuestas y la gran pregunta es ésta, aunque se lleven seis puntos sobre los quintos:¿se podrá recuperar la mística, la confianza en las propias fuerzas, etcétera?
De lo contrario, se vienen tiempos muy difíciles.... como ayer, como hoy...¿como siempre?
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