La reunión de esta noche de la comisión directiva del Quilmes AC adquiere singular importancia, porque estará presente el tema técnico y la posibilidad de dejarle la puerta entreabierta si aparece una oferta de San Lorenzo.
No parece demasiado saludable la circunstancia, porque Quilmes viene desarrollando una gran campaña en la primera B Nacional y la telenovela Caruso-San Lorenzo puede complicar el futuro, sobre todo porque desvía la atención.
En todo caso, para que se dé hay que apostar a que el Azulgrana pierda en Córdoba y que Quilmes también comience a resignar puntos en el torneo.
Un pensamiento retrógrado pero consistente cuando se trata de encontrar la vuelta a este intríngulis.
Caruso jura y perjura que nadie le habló del Azulgrana. Desde medios periodísticos se sostiene que la negociación la maneja un peso pesado como Marcelo Tinelli, que en todo caso quiere apostar a un programa que se llamaría Ofertando por un Sueño, para salvar al de Boedo del descenso.
La realidad, que es la única verdad, dice que si este fin de semana gana Tigre en Banfield y pierde San Lorenzo en Córdoba, los dos igualarán el promedio y el fantasma de la promoción ya tendrá la dura cara de descenso directo. Y en San Lorenzo que aparece gobernado por la desesperación -nunca buena consejera- estallará ese famoso plan B, como sacarle el técnico a Quilmes, pagarle una buena indemnización (¿500 mil o más pesos?) y armar una nueva grilla... con el agravante que si por esas vueltas del destino Quilmes y San Lorenzo pelean la promoción, se podría dar la paradoja de... Caruso dirigiendo en la vereda de enfrente. ¿Alguien se imagina lo que puede ser Caruso enfrente jugando contra Quilmes, con todo lo que sabe del Cervecero...?
No hay que apurar los tiempos en este fútbol tan loco. Por ahora, esperemos qué decide la directiva quilmeña...
No parece demasiado saludable la circunstancia, porque Quilmes viene desarrollando una gran campaña en la primera B Nacional y la telenovela Caruso-San Lorenzo puede complicar el futuro, sobre todo porque desvía la atención.
En todo caso, para que se dé hay que apostar a que el Azulgrana pierda en Córdoba y que Quilmes también comience a resignar puntos en el torneo.
Un pensamiento retrógrado pero consistente cuando se trata de encontrar la vuelta a este intríngulis.
Caruso jura y perjura que nadie le habló del Azulgrana. Desde medios periodísticos se sostiene que la negociación la maneja un peso pesado como Marcelo Tinelli, que en todo caso quiere apostar a un programa que se llamaría Ofertando por un Sueño, para salvar al de Boedo del descenso.
La realidad, que es la única verdad, dice que si este fin de semana gana Tigre en Banfield y pierde San Lorenzo en Córdoba, los dos igualarán el promedio y el fantasma de la promoción ya tendrá la dura cara de descenso directo. Y en San Lorenzo que aparece gobernado por la desesperación -nunca buena consejera- estallará ese famoso plan B, como sacarle el técnico a Quilmes, pagarle una buena indemnización (¿500 mil o más pesos?) y armar una nueva grilla... con el agravante que si por esas vueltas del destino Quilmes y San Lorenzo pelean la promoción, se podría dar la paradoja de... Caruso dirigiendo en la vereda de enfrente. ¿Alguien se imagina lo que puede ser Caruso enfrente jugando contra Quilmes, con todo lo que sabe del Cervecero...?
No hay que apurar los tiempos en este fútbol tan loco. Por ahora, esperemos qué decide la directiva quilmeña...
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