El técnico Ricardo Caruso Lombardi adelantó -como dice EL SOL hoy- que hará cambio de esquema para visitar a Huracán el sábado a las 16, con el arbitraje de Pablo Díaz.
En la práctica de esta mañana se podrá tener una idea de lo que pretende el conductor, tras tres empates seguidos sin goles.
Quilmes no es el de antes -lo reconoció el propio Miguel Caneo- y necesita volver por la buena senda.
Es cierto que este retroceso comenzó con Quilmes, con un esquema más defensivo que de costumbre y que no pudo superar la medianía en el siguiente partido en la visita al Deportivo Merlo.
Ya sin Fernando Telechea -el goleador que se lesionó y estará afuera por varios meses- el Cervecero no supo ni pudo quebrar la propuesta de Ferro, y fue otro 0 a 0.
Ahora toca visitar a Huracán, en el cuarto puesto de la tabla y a cuatro puntos del líder, Instituto. Sin duda un nuevo empate o una derrota en Parque Patricios podrán complicar aún más la situación, porque por más que el quinto y el sexto están lejos -Gimnasia a seis puntos y Defensa, a siete- si el Decano sigue resignando puntos, los que persiguen podrán acercarse (Gimnasia recibe el sábado a River en el bosque y Defensa hace lo propio mañana con Atlanta).
Asimismo, una nueva defección provocará que los tres de arriba puedan escaparse (Instituto visita a Desamparados, Central recibe a Boca Unidos y River visita a Gimnasia).
Entonces este choque con Huracán aparece como un partido bisagra, aunque es cierto que todavía faltan 13 fechas (o sea, la friolera de 39 puntos en juego).
De todas maneras, como en el fútbol no hay gestalt que valga, todo se maneja por resultados, y después de tres empates consecutivos, algo de preocupación aparece. Y aunque el equipo lleve una importante cantidad de partidos sin perder, eso no luce demasiado cuando se suman tres partidos sin goles a favor ni en contra, es decir tres puntos sobre 9 posibles. De un rendimiento superior al 50 por ciento, en estos tres partidos apenas se recogió el 33 por ciento.
Si para colmo comienzan a circular rumores de deuda a los jugadores, entonces campea la preocupación, y así lo dice EL SOL con el twitter, este medio moderno, en el que los futbolistas expresan estos datos, o sea, suman más leña al fuego...
Esperemos que Huracán, un rival archidifícil, por lo menos según marca la historia Cervecera en el Tomás A. Ducó, pueda ser el gran trampolín para que Quilmes recupere la memoria. En ese sentido, se entiende el anuncio de cambios que dio Caruso.
De lo contrario, si el resultado no acompaña, habrá que esperar porque Quilmes necesita 21 puntos sobre esos 39 en juego. Ojalá no cunda el pánico, y que se entienda que el torneo termina en la fecha 38, hasta ese momento lo importante es estar en el privilegiado "grupo de los cuatro".
En la práctica de esta mañana se podrá tener una idea de lo que pretende el conductor, tras tres empates seguidos sin goles.
Quilmes no es el de antes -lo reconoció el propio Miguel Caneo- y necesita volver por la buena senda.
Es cierto que este retroceso comenzó con Quilmes, con un esquema más defensivo que de costumbre y que no pudo superar la medianía en el siguiente partido en la visita al Deportivo Merlo.
Ya sin Fernando Telechea -el goleador que se lesionó y estará afuera por varios meses- el Cervecero no supo ni pudo quebrar la propuesta de Ferro, y fue otro 0 a 0.
Ahora toca visitar a Huracán, en el cuarto puesto de la tabla y a cuatro puntos del líder, Instituto. Sin duda un nuevo empate o una derrota en Parque Patricios podrán complicar aún más la situación, porque por más que el quinto y el sexto están lejos -Gimnasia a seis puntos y Defensa, a siete- si el Decano sigue resignando puntos, los que persiguen podrán acercarse (Gimnasia recibe el sábado a River en el bosque y Defensa hace lo propio mañana con Atlanta).
Asimismo, una nueva defección provocará que los tres de arriba puedan escaparse (Instituto visita a Desamparados, Central recibe a Boca Unidos y River visita a Gimnasia).
Entonces este choque con Huracán aparece como un partido bisagra, aunque es cierto que todavía faltan 13 fechas (o sea, la friolera de 39 puntos en juego).
De todas maneras, como en el fútbol no hay gestalt que valga, todo se maneja por resultados, y después de tres empates consecutivos, algo de preocupación aparece. Y aunque el equipo lleve una importante cantidad de partidos sin perder, eso no luce demasiado cuando se suman tres partidos sin goles a favor ni en contra, es decir tres puntos sobre 9 posibles. De un rendimiento superior al 50 por ciento, en estos tres partidos apenas se recogió el 33 por ciento.
Si para colmo comienzan a circular rumores de deuda a los jugadores, entonces campea la preocupación, y así lo dice EL SOL con el twitter, este medio moderno, en el que los futbolistas expresan estos datos, o sea, suman más leña al fuego...
Esperemos que Huracán, un rival archidifícil, por lo menos según marca la historia Cervecera en el Tomás A. Ducó, pueda ser el gran trampolín para que Quilmes recupere la memoria. En ese sentido, se entiende el anuncio de cambios que dio Caruso.
De lo contrario, si el resultado no acompaña, habrá que esperar porque Quilmes necesita 21 puntos sobre esos 39 en juego. Ojalá no cunda el pánico, y que se entienda que el torneo termina en la fecha 38, hasta ese momento lo importante es estar en el privilegiado "grupo de los cuatro".
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