Quilmes siempre fue así, aunque cueste creerlo. Porque si bien anoche consiguió la punta del torneo Nacional B, al derrotar 1 a 0 a Almirante Brown en Isidro Casanova -gol de Fernando Telechea- se sigue hablando de "la ida" del técnico Ricardo Caruso Lombardi.
Y hoy el diario El Sol lo sostiene, agregando que si San Lorenzo pierde con Estudiantes, irá por el técnico de Quilmes para tratar de salir del infierno de la promoción y el descenso directo.
Quilmes está puntero, al menos por unas horas -si gana cualquiera de los tres que estaban liderando el certamen, es decir, Central, River e Instituto, volverá al puesto privilegiado- y sin embargo, se puede quedar sin técnico a la vuelta de la esquina. El Sol dice que en el club no le van a poner trabas a Caruso, e incluso se habla del ex combatiente Omar De Felipe como el principal candidato a ese lugar. Sin duda, una prueba de fuego para este profesional, porque recibe a un equipo en alza, con legítimos derechos para soñar con el ascenso, máxime después de la gran victoria de ayer.
Quilmes, según todos los comentarios, dio una excelente prueba en Isidro Casanova, se mostró sólido y se puso el traje de candidato, en un torneo en el que parecen perfilarese los cuatro que van a pelear por el ascenso directo y/o la Promoción.
Curiosas paradojas son las que acompañan al Cervecero porque si bien falta muchísimo para la conclusión del torneo -17 fechas o sea 51 puntos- de darse en cambio de técnicos, podría llegar a ocurrir que Quilmes y San Lorenzo se encuentren en una eventual Promoción. ¿Se imagina finales el hincha de Quilmes con Caruso en el banco rival...?
No hay que realizar futurología, en todo caso, con el lenguaje de Mostaza Merlo pleno, habrá que ir paso a paso, esperando, por ejemplo, que el Santo boche a Estudiantes, y tranquilice las aguas, aunque sea por un ratito.
Dice El Sol hoy en un recuadro: "Después de todo lo hablado en la previa, sólo resta esperar el resultado del partido entre San Lorenzo y Estudiantes y la suerte de Leonardo Madelón para conocer si el partido ante Almirante Brown fue el último del ciclo de Caruso Lombardi como entrenador de Quilmes.
"A pesar de haber alcanzado la punta del torneo de la B Nacional, el DT mantiene sus deseos de volver a dirigir a un grande de Primera y si lo vienen a buscar de San Lorenzo aceptaría la propuesta.
"La directiva de Quilmes pediría un resarcimiento pero tampoco se opondría al deseo del entrenador. En caso de concretarse tantos supuestos, el candidato a sucederlo sería Omar De Felippe".
Algo de historia
Caruso siempre dijo, eso vale destacarlo, que le costó muchísimo llegar a dirigir en primera división después de varios años en el ascenso. Y agregó que no le gustaba demasiado regresar al Ascenso, aunque finalmente se quedó en Quilmes, pero...
Ese "pero" subraya la puerta abierta de no decir que no a la tentación de la primera. Y San Lorenzo, con todos sus males, es la gran apuesta. Claro está, para eso necesita que el Azulgrana pierda, porque tiene técnico y Madelón dice que puede sacarlo del mal momento.
Mientras Caruso espera una defección de Madelón -curiosas paradojas del fútbol- en Quilmes se puede repasar la historia para encontrar estas paradojas, difíciles de explicar.
Cuando José Yudica sacó campeón al Cervecero en Primera, aquel Metro 78 en dos ruedas, enfrentando a Boca y todos, en la temporada siguiente no continuó y llegó Miguel Basílico.
Gustavo Alfaro, el rafaelino que logró el ascenso con Quilmes -superando una mala campaña e incluso un tsunami cuando el equipo perdió 3 a 0 con San Martín de San Juan en Quilmes, donde la mayoría apostaba a su ida antes que su permanencia (EL SOL fue uno de los pocos que lo bancó y reclamó su continuidad)- llevó al equipo a jugar la Copa, incluso contra el multicampeón San Pablo, pero no pudo quedarse y finalmente lo fueron, empezando los bemoles hasta volver al ascenso.
Jorge Ghiso logró otro ascenso a Primera, pero no quedó, pese a que alcanzar ese objetivo fue una empresa quimérica.
Alguna vez Quilmes le sacó a Rafaela el técnico -cuando la Crema no tenía tanta chapa en el fútbol argentino- y ese fue el comienzo de la gran carrera de Gustavo, que con su juventud y su filosofía se transformó en uno de los profesionales más destacados del fútbol argentino (hoy curiosamente Alfaro dirige a Arsenal y enfrenta en Sarandí nada menos que a Rafaela).
En suma, si se va a Alfaro porque supone que San Lorenzo es más atractivo hoy que Quilmes, no debe sorprender que se lo deje ir. En todo caso, toda la responsabilidad quedará para el nuevo cuerpo técnico, aunque con este plantel, esta directiva y esta hinchada ha quedado demostrado que se puede ser protagonista y soñar con el ascenso como posibilidad, no como pesadilla.
Sólo queda esperar a ver qué pasa. Si se va Caruso, podrá decir que dejó a Quilmes bien ubicado...¿podrá De Felippe mantenerlo, por el solo hecho de lo que significa un cambio de conductor?
Final: todas son especulaciones. El tiempo dirá qué pasa finalmente. Mientras, desde Quilmes apuestan a un triunfo de San Lorenzo para que este presente de euforia no se transforme mañana en una avalancha de reproches.
Y hoy el diario El Sol lo sostiene, agregando que si San Lorenzo pierde con Estudiantes, irá por el técnico de Quilmes para tratar de salir del infierno de la promoción y el descenso directo.
Quilmes está puntero, al menos por unas horas -si gana cualquiera de los tres que estaban liderando el certamen, es decir, Central, River e Instituto, volverá al puesto privilegiado- y sin embargo, se puede quedar sin técnico a la vuelta de la esquina. El Sol dice que en el club no le van a poner trabas a Caruso, e incluso se habla del ex combatiente Omar De Felipe como el principal candidato a ese lugar. Sin duda, una prueba de fuego para este profesional, porque recibe a un equipo en alza, con legítimos derechos para soñar con el ascenso, máxime después de la gran victoria de ayer.
Quilmes, según todos los comentarios, dio una excelente prueba en Isidro Casanova, se mostró sólido y se puso el traje de candidato, en un torneo en el que parecen perfilarese los cuatro que van a pelear por el ascenso directo y/o la Promoción.
Curiosas paradojas son las que acompañan al Cervecero porque si bien falta muchísimo para la conclusión del torneo -17 fechas o sea 51 puntos- de darse en cambio de técnicos, podría llegar a ocurrir que Quilmes y San Lorenzo se encuentren en una eventual Promoción. ¿Se imagina finales el hincha de Quilmes con Caruso en el banco rival...?
No hay que realizar futurología, en todo caso, con el lenguaje de Mostaza Merlo pleno, habrá que ir paso a paso, esperando, por ejemplo, que el Santo boche a Estudiantes, y tranquilice las aguas, aunque sea por un ratito.
Dice El Sol hoy en un recuadro: "Después de todo lo hablado en la previa, sólo resta esperar el resultado del partido entre San Lorenzo y Estudiantes y la suerte de Leonardo Madelón para conocer si el partido ante Almirante Brown fue el último del ciclo de Caruso Lombardi como entrenador de Quilmes.
"A pesar de haber alcanzado la punta del torneo de la B Nacional, el DT mantiene sus deseos de volver a dirigir a un grande de Primera y si lo vienen a buscar de San Lorenzo aceptaría la propuesta.
"La directiva de Quilmes pediría un resarcimiento pero tampoco se opondría al deseo del entrenador. En caso de concretarse tantos supuestos, el candidato a sucederlo sería Omar De Felippe".
Algo de historia
Caruso siempre dijo, eso vale destacarlo, que le costó muchísimo llegar a dirigir en primera división después de varios años en el ascenso. Y agregó que no le gustaba demasiado regresar al Ascenso, aunque finalmente se quedó en Quilmes, pero...
Ese "pero" subraya la puerta abierta de no decir que no a la tentación de la primera. Y San Lorenzo, con todos sus males, es la gran apuesta. Claro está, para eso necesita que el Azulgrana pierda, porque tiene técnico y Madelón dice que puede sacarlo del mal momento.
Mientras Caruso espera una defección de Madelón -curiosas paradojas del fútbol- en Quilmes se puede repasar la historia para encontrar estas paradojas, difíciles de explicar.
Cuando José Yudica sacó campeón al Cervecero en Primera, aquel Metro 78 en dos ruedas, enfrentando a Boca y todos, en la temporada siguiente no continuó y llegó Miguel Basílico.
Gustavo Alfaro, el rafaelino que logró el ascenso con Quilmes -superando una mala campaña e incluso un tsunami cuando el equipo perdió 3 a 0 con San Martín de San Juan en Quilmes, donde la mayoría apostaba a su ida antes que su permanencia (EL SOL fue uno de los pocos que lo bancó y reclamó su continuidad)- llevó al equipo a jugar la Copa, incluso contra el multicampeón San Pablo, pero no pudo quedarse y finalmente lo fueron, empezando los bemoles hasta volver al ascenso.
Jorge Ghiso logró otro ascenso a Primera, pero no quedó, pese a que alcanzar ese objetivo fue una empresa quimérica.
Alguna vez Quilmes le sacó a Rafaela el técnico -cuando la Crema no tenía tanta chapa en el fútbol argentino- y ese fue el comienzo de la gran carrera de Gustavo, que con su juventud y su filosofía se transformó en uno de los profesionales más destacados del fútbol argentino (hoy curiosamente Alfaro dirige a Arsenal y enfrenta en Sarandí nada menos que a Rafaela).
En suma, si se va a Alfaro porque supone que San Lorenzo es más atractivo hoy que Quilmes, no debe sorprender que se lo deje ir. En todo caso, toda la responsabilidad quedará para el nuevo cuerpo técnico, aunque con este plantel, esta directiva y esta hinchada ha quedado demostrado que se puede ser protagonista y soñar con el ascenso como posibilidad, no como pesadilla.
Sólo queda esperar a ver qué pasa. Si se va Caruso, podrá decir que dejó a Quilmes bien ubicado...¿podrá De Felippe mantenerlo, por el solo hecho de lo que significa un cambio de conductor?
Final: todas son especulaciones. El tiempo dirá qué pasa finalmente. Mientras, desde Quilmes apuestan a un triunfo de San Lorenzo para que este presente de euforia no se transforme mañana en una avalancha de reproches.
Comentarios