QUILMES CON LAS TRES G

Difícilmente pueda recordarse una tarde como la de hoy, un resultado como el que logró Quilmes sobre Brown de Puerto Madryn, porque pudieron ser más de los seis goles que le convirtió al rival patagónico.
Quilmes tuvo una actuación descomunal de todo el equipo, luciéndose Fernando Telechea con sus cuatro goles, siguiendo con la gran labor de Leandro Diaz, la potencia del uruguayo Cauteruccio, autor de un gol y con la gran entrega de Jacobo Mansilla, autor de un golazo.
Los demás estuvieron a la altura del equipo, que resolvió el partido prácticamente después del tercer gol de Telechea, al minuto del segundo tiempo.
En la primera etapa, en que el de Puerto Madryn fue rival y llegó a complicar a la defensa quilmeña, estuvo lo más parejo del partido. Porque si bien Quilmes abrió la cuenta a los pocos minutos, con Fernando Telechea, Puerto Madryn pudo empatar a través de un tiro libre de García, anulado por carga a Tripodi, otro remate que salvó el arquero quilmeño y una obligada falta de Martinez cerca del área, cuando el atacante visitante encaraba al gol. Allí recibió el uruguayo Martínez la tarjeta amarilla, la quinta, y no podrá estar el domingo a las 20 ante Boca Unidos de Corrientes, en el Centenario.
Quilmes tampoco podrá contar con el defensor Serrano, que llegó a la quinta amarilla, por lo que su lugar seguramente será ocupado por Leyes.
El técnico Caruso Lombardi tendrá que ensayar el reemplazo de Martínez, porque tampoco podrá tener al lesionado Aguero.
De todas maneras, el 6 a 0 sirve para superar todas las adversidades. La gente se fue este lunes muy contenta, cantando el "vamos a volver" y pensando que si bien falta muchísimo en un torneo largo y durísimo, hoy se dio un buen paso para comenzar a creer en el equipo.
Lógicamente, las tres G de Quilmes, es decir Ganar, Gustar y Golear, son un buen condimento para confiar en lo que viene, el partido con los correntinos, un rival que le ganó al Cervecero en la primera rueda y que está encaramado en los primeros lugares de la tabla.
Sin duda, una semana diferente de trabajo, con el mejor ánimo posible.

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