El técnico Leonardo Madelón sigue en San Lorenzo, y eso alivia por ahora el momento de Quilmes que tiene a Ricardo Caruso Lombardi como su conductor.
Se sabe -al menos es vox pópuli...- que si el Santo continua en el plano inclinado no será extraño que le diga adiós a su coach y que busque a Caruso Lombardi, para tratar de permanecer en primera división.
Todo esto se comenta como si fuera "lo normal" en un fútbol argentino, que aparece hoy por hoy arrastrándose en la medianía.
Si se compara un partido del fútbol europeo con la gran mayoría de los que se juegan aquí -televisión y el eufemismo fútbol para todos como pantalla- se notará la enorme diferencia.
Boca, el último campeón, aburre e invita al bostezo, lo mismo podría decirse de Racing y de tantos equipos, considerados grandes, que en fútbol están bastante achicados. ¿Acaso ayer alguien pudo evitar el bostezo mirando por la tele Unión-Boca?
Quilmes pretende jugar, al menos esa parece la consigna en los últimos partidos, y los resultados han venido acompañando. Aunque tiene sobre sus hombros esa pesada espada de Damocles de que el técnico Caruso no deja de mirar a San Lorenzo, como eventual futuro. En todo caso, habrá que esperar que el Cervecero siga ganando y que San Lorenzo comience a hacerlo, para superar esta crónica de un final anunciado.
El próximo viernes el Cervecero recibirá a Independiente Rivadavia de Mendoza, el equipo que viene de ser vapuleado por River y por el propio presidente del club, Daniel Vila, quien arremetió duro contra sus jugadores... como para que ante Quilmes pongan lo que no hicieron contra el Millonario (Vila sostuvo que parecía un equipo sin sangre... ).
San Lorenzo visitará a Argentinos Juniors en la próxima fecha, buscando esos tres puntos que se transformen en el maná en el desierto, máxime que en la siguiente fecha, en la misma en que Quilmes visita a River en Velez (el sábado 3 de marzo), los azulgranas reciben al último campeón, Boca Juniors.
El fútbol argentino aparece bastante devaluado, los espectáculos que se brindan son muy pobres, sobre todo en primera división, y aunque parezca una paradoja, muchas veces se observan encuentros más atractivos en el principal torneo de Ascenso. Una realidad que preocupa.
Se sabe -al menos es vox pópuli...- que si el Santo continua en el plano inclinado no será extraño que le diga adiós a su coach y que busque a Caruso Lombardi, para tratar de permanecer en primera división.
Todo esto se comenta como si fuera "lo normal" en un fútbol argentino, que aparece hoy por hoy arrastrándose en la medianía.
Si se compara un partido del fútbol europeo con la gran mayoría de los que se juegan aquí -televisión y el eufemismo fútbol para todos como pantalla- se notará la enorme diferencia.
Boca, el último campeón, aburre e invita al bostezo, lo mismo podría decirse de Racing y de tantos equipos, considerados grandes, que en fútbol están bastante achicados. ¿Acaso ayer alguien pudo evitar el bostezo mirando por la tele Unión-Boca?
Quilmes pretende jugar, al menos esa parece la consigna en los últimos partidos, y los resultados han venido acompañando. Aunque tiene sobre sus hombros esa pesada espada de Damocles de que el técnico Caruso no deja de mirar a San Lorenzo, como eventual futuro. En todo caso, habrá que esperar que el Cervecero siga ganando y que San Lorenzo comience a hacerlo, para superar esta crónica de un final anunciado.
El próximo viernes el Cervecero recibirá a Independiente Rivadavia de Mendoza, el equipo que viene de ser vapuleado por River y por el propio presidente del club, Daniel Vila, quien arremetió duro contra sus jugadores... como para que ante Quilmes pongan lo que no hicieron contra el Millonario (Vila sostuvo que parecía un equipo sin sangre... ).
San Lorenzo visitará a Argentinos Juniors en la próxima fecha, buscando esos tres puntos que se transformen en el maná en el desierto, máxime que en la siguiente fecha, en la misma en que Quilmes visita a River en Velez (el sábado 3 de marzo), los azulgranas reciben al último campeón, Boca Juniors.
El fútbol argentino aparece bastante devaluado, los espectáculos que se brindan son muy pobres, sobre todo en primera división, y aunque parezca una paradoja, muchas veces se observan encuentros más atractivos en el principal torneo de Ascenso. Una realidad que preocupa.
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