VIRGINIA, COMO MARIA ELENA

Virginia Lago realiza en el Teatro Diagonal, de Diagonal Pueyrredón al 3300, Mar del Plata, un unipersonal de homenaje a María Elena Walsh.
Recorre la vida de la artista desde su infancia en Ramos Mejía, acompañando la presentación con el espíritu y el sentimiento de la llamada juglaresa de Buenos Aires, por el peruano Guerrero Marthineitz.
Así se describe sus sentimientos en los tiempos de la infancia, porque nació el 1 de febrero de 1930, y recuerda los quince años en el tan particular año 45 de la Argentina de Perón ("tenías 15 años lo mismo que yo...").
Después están temas como la heridad de las guerras -la civil española y la segunda mundial- y el shock que produce en la humanidad.
María Elena es Virginia, que incluso se toma el atravimiento contar historias como María Elena.
También está las vivencias en París, la amistad con Leda Valladares (aquella famosa dupla de Leda y María que se presentaban desde Sudamérica en la capital francesa), el retorno a Buenos Aires (Buenos Aires, la reina del Plata), el tema de los militares, el país del jardín de infantes (casi como un ruego pide: Dejennos crecer...), los temas infantiles y adultos, los ejecutivos, etcétera.
Dice en un primer momento que en aquellos tiempos de infancia "había tiempo" y eso que parece de Perogrullo resume una gran verdad.
En fin, es un homenaje de Virginia a María Elena, a los poetas y a las letras y los temas que nos dejó, para que siga vigente entre nosotros.
Gracias Virginia, Gracia María Elena. Una Virginia Lago que entrega todo y que merece el Estrella de Mar.

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